07- Ya falta poco.

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Ante la pregunta de Wolfram, Conrad volvió a verlo sorprendido, fascinado y asombrado, ¿En verdad Wolfram había dicho eso? Estaba totalmente sorprendido y asombrado, y es que no esperaba que esa fuera precisamente su "respuesta" a la anterior pregunta hecha por el pelinegro. Pero a la vez estaba fascinado porque le hubiese dicho aquello, en verdad, le hizo sentir algo mejor el hecho de que Wolfram no se avergonzó ni trato de explicar nada, lo tomo como si fuera algo natural.

Y es que en verdad, era algo natural.

El amar a una persona siempre es algo natural, y si, hay quienes aman a alguien que es mayor a ellos, hay quienes aman a alguien que es menor que ellos, hay quienes aman a alguien que es problemático, hay quienes aman a alguien que es totalmente inalcanzable, hay quienes aman a alguien de su mismo sexo, hay quienes aman a una persona que solo los lastima, hay quienes aman a alguien que lleva su misma sangre, tal y como estos dos hermanos hacían, y era simple.

Es simple.

Es solo amor. El amar a alguien es un acto simple y natural ...quizás el camino o la forma en que se lleguen a amar dos personas y se correspondan sea difícil, éste lleno de obstáculos y hasta a veces parezca "imposible" pero siempre, si ambos se dignan a esperar, si su amor es más fuerte que su impaciencia, y si su fuerza de voluntad es capas de arrasar con el tiempo, los años y los problemas, pueden llegar a amarse, y encontrar el amor total, el amor existencial, el amor en toda su totalidad, el amor natural.

Saralegui evito soltar una risa divertida a la respuesta del rubio, si bien seguía odiando un poco a Wolfram por el hecho de que este hubiese "amarrado" a Yuuri tanto tiempo, sin permitir que él lo amara, y que Yuuri lo amara a él libremente, aquella nueva actitud suya: madura, insolente, hiriente, cruel y cínico le estaba dando una muy buena diversión momentánea, solo que lo haría en silencio para no molestar a su pareja pelinegra.

Y Yuuri por su parte comenzaba a creer que si esta era una broma, o también una muy buena venganza, el rubio se estaba propasando y estaba ya cruzando los límites de su paciencia. Si, el lo admitía, se encontraba solo un poco celoso, pero no porque le hubiese ocurrido el típico cliché de: "solo aprecias algo cuando esto ya no te pertenece", sino porque realmente, cuando una persona te persigue y persigue jurando amarte como nadie, pero luego la vez con alguien más y ni le importa restregártelo en la cara, pues daba rabia, aunque esto había pasado por culpa de Yuuri inicialmente.

Y si lo vemos desde un punto de visto externo, una perspectiva del público, el que Wolfram haya descubierto a Yuri siéndole infiel fue algo bueno realmente, pues así se dio cuenta de que el pelinegro jamás lo amaría como el antes lo hacia, y también se ahorraba la deshonra y el sufrimiento que solo se prolongaba cada día más como un miserable suplicio.

El mismo Wolfram así lo creía, prefería haber descubierto al menor en pleno acto y por su propia cuenta que haberse enterado por alguien más, tras lo que Yuuri había hecho, se había dado cuenta de que su amor finalmente no era correspondido, y que debía dejar de amar y sufrir por alguien que definitivamente no lo veía como más que un amigo. Wolfram veía a su imagen pasada: un chico amando al rey de la nación y comprometido con él, siguiéndolo a todas partes, arriesgando su vida por él, protegiéndolo de todo y celándolo por todo, y sinceramente, se daba pena a si mismo, no pudiendo creer en el perrito faldero que había sido. Pero ahora se veía a si mismo en el presente: un chico enamorado de la persona correcta, dispuesto a entregar su vida por un amor que a cada segundo se fortalecía tanto que le hacia doler el pecho, dispuesto a dejar por los suelos la dignidad de su apellido por la persona correcta, dispuesto a abandonar todo a lo que estaba acostumbrado por poder amar libremente a aquella persona, que estaba dispuesta a hacer lo mismo que él, y se enorgullecía de haberse fortalecido y aun en poco porcentaje, madurado.

¿Podemos Amarnos Con Libertad? (ConWolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora