YeolKer (ChanBaek)

Antes del Final

Un mes y medio había pasado desde que Baekhyun estaba internado en el centro psiquiátrico, estaba aletargado de tantos sedantes ya que era violento con las personas que se le acercaban, lo tenían atontado de tanta medicación, pero esta era necesaria, todos los días la pasaba en medio de una blanca habitación, sus brazos aprisionados en una camisa de fuerza ya que aun en su letargo rasguñaba su rostro, en ocasiones miraba un punto fijo en la pared o en techo y balbuceaba cosas sin sentido, había días que solo se echaba a llorar, otros días miraba por la pequeña ventanilla de vidrio para encontrarse con esos ojos que llego a adorar pero que a la vez le transmitieron miedo, a veces le llegaba la lucidez y se ponía de pie acercándose a la pequeña ventana preguntado que hacía en ese lugar, pero nunca tenía respuesta, hasta ese día que sus ojos se encontraron con unos ojos negros, los ojos de Chanyeol, los ojos de Yeolker, volvió a entrar en crisis, comenzó a tener convulsiones que no duraron mucho, las puertas de la sala donde estaba aprisionado se abrieron, y pudo ver tres hombres de blanco entrar, sonrió pensando en ángeles, pero su sonrisa se volvió sollozos al ver quien estaba parado al umbral de la puerta mirándolo de esa manera que él no podía interpretar

-NO! ¡Aléjenlo de mí! – grito con la voz rota y el rostro empapado en lágrimas, apretando los ojos al sentir las manos fuertes que lo sujetaban y como en su piel se incrustaba el punzante metal de la jeringa, para cuando abrió los ojos su nublada vista pudo ver a Chanyeol cubriendo sus labios, y lo odio, odio que se estuviera riendo de él, cayó en un profundo sueño del que no quería más despertar......

Por su parte Chanyeol todos los días sin falta iba a ver a Baekhyun atraves de esa pequeña ventana, no podía evitar cubrirse el rostro y sollozar algunas veces no pudiendo contener el dolor que sentía al verlo así a causa suya, su ángel perdía brillo y se sumergía cada vez más a la locura y lo pudo comprobar con el pasar de los meses, no veía mejoría alguna en él, cada vez sucumbía más a su locura al punto que creía que había perdido para siempre a ese pequeño alegre y engreído que fue alguna vez.

Ya pasaban ocho meses en los cuales Chanyeol decidió tomar terapia para no sucumbir a la locura por sentirse culpable, y lo era, uno de esos días luego de salir de su terapia se dirijo a ver a su ángel descarriado por la rendija de cristal de esa puerta, lo veía tan pálido, ni siquiera lo sacaban a pasear a que tomara sol por lo violento que se volvía a ver a las personas, lo veía tan descolorido, y esa hermosa sonrisa que solía tener jamás la volvió a ver después de esa fatídica noche tras haber hecho el amor por primera y tal vez ultima vez, sentía como su pecho se oprimía; en esa oportunidad pudo ingresar a la habitación del mayor gracias a que se había hecho muy amigo de uno de los enfermeros y como este estaba sedado no suponía ningún problema, se adentró a paso lento hasta quedar de rodillas junto a su camilla acolchada con el fin de que no se hiciera daño.

-Perdóname – susurro pasando los dedos sobre sus labios resecos, se inclinó a depositar un suave beso en ellos recordando la primera vez que le había robado un beso mientras dormía cuando aún eran niños, sonrió un poco y paso los dedos peinando sus enmarañados cabellos.

-Te amo – susurro sobre su mejilla al borde la lágrima se separó y pudo notar como los parpados del menor se abrían mirándolo de una manera que sus vellos se erizaron y su corazón se detuvo por un momento, temor, odio, decepción, angustia y dolor, fueron unos de los pocos sentimientos que pudo notar en su mirada, estuvo dispuesto a levantarse y marcharse para no alterarlo, pero sus suaves manos lo detuvieron tomándolo de la muñeca.

-Chanyeol – susurro mirándolo a los ojos, el más alto sonrió por la dulce voz de su pequeño ángel al pronunciar su nombre, volvió a ponerse de rodillas y acuno el rostro del mayor entre sus manos acercar cando su rostro al suyo.