Seis años han pasado desde que Airi y sus amigos desaparecieron de la vida de los vengadores. La tierra está sumergida en una de los peores virus de la historia.
¿Habrá una salvación para la tierra?
Me acerqué al pie de la cama donde descansaba Airi, se veía hermosa, saque de mi bolsillo el reloj donde tenía la fotografía de Peggy, tenía un pequeño papel en donde al parecer había escrito algo tenía recuerdos muy borrosos del día de mi accidente, solo recuerdo haber pasado por alto la orden en la que abortaban la misión. Peggy me hablaba por el parlante, no recuerdo que le conteste, restregué mi cara con mis manos, me había quitado el uniforme hacia rato, por el momento Bucky y yo estábamos seguros Tony había puesto el complejo en modo sigiloso. Ahora entendía por qué Airi me había besado esta tarde y el comentario que hizo, le tome la mano lentamente y la entrelace con la mía, cerré mis ojos ante el contacto, no se por que me daba bastante tranquilidad y seguridad tomarla de la mano. Recuerdo que ese día cuando iba el avión Howard me habló por el radio.
"Campeón cuando la encuentres cuida a mi tesoro aquí aún no nace pero cuando llegue la amare mucho así que más te vale que hagas lo mismo"
-Eras tu- afirme viéndola aún dormida en la cama- Tu viajando por el tiempo y me encontraste allí- y ese recuerdo me vino a mi cabeza- Estabas en una camilla y Banner estaba allí atendiéndote, los vi y vi a ...nuestra pequeña-
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Me levante de la silla aún llorando, me acosté a su lado en la cama y la envolví en mis brazos.
-Cariño debes despertar y recordar- La puerta se abrió y un Tony desmejorado entro a la habitación, tirando con frustración un cuaderno de anotaciones- ¿Que pasó?-
-No puedo...- dijo con voz entrecortada- No puedo encontrar nada-
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Se acercó a ella y le acarició el cabello, levante mis ojos para verlo mejor, ya se había quitado la armadura, y se había colocado su ropa habitual de trabajo, sus Jeans negros y su camiseta ajustada de Black Sabath, inclinó su rostro hacia ella y beso su frente.
-No podré cumplir mi promesa- dijo Tony en su oído- Perdóname Airi- cerró sus ojos con fuerza como queriendo evitar que más lagrimas salieran de sus ojos- No puedo ser feliz por qué tú eres mi felicidad-
