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Alan tenía un nuevo y muy importante trabajo. Él, junto a un grupo de brillantes mentes, intentarían descifrar Enigma, el mayor sistema de codificación existente.
Pero Alan sabía que era algo complicado. A la medianoche de cada día, los alemanes cambiaban la configuración de Enigma... No, ellos simplemente no podría calcular tantos número en tan poco tiempo, eran simples humanos de coeficiente intelectual alto...
Simples humanos.
Una idea llegó a su cabeza. Un humano no podría contar cantidad de datos, ¿pero una máquina?
Emocionado, tomó un bolígrafo y una libreta, y empezó a dibujar y escribir. El diseño, los códigos básicos de programación.... Si, definitivamente sentía que lograría algo grande si seguía su idea.
Y Alan supo inmediatamente cómo llamar a su preciada máquina.
