Ghosts

Carta

                              24-10-2059

Jennifer Miller

Decido usar tu apellido de soltera porque según sé ahora estas soltera.
Sabes nunca dejé de buscarte, la primera vez que te fuiste me resigne y te confieso que todas las noches, fingia que aún estabas en tu departamento esperando que fuera por ti. Me bañaba, me vestía y luego iba a tu departamento a sentarme en la escalera de la puerta imaginando que estaba ahí al lado mío. Por seis años pague la renta de ese departamento para que tu esencia permaneciera allí. Pero después de seis años me dijeron que el departamento ya estaba vendido y no estaba más en renta. Desistí de creer que alguien más lo ocuparía y seguí llendo cada noche a las diez exactas. Y un día me encuentro con la sorpresa de que eres tú, quien lo había comprado. Y en ese momento supe que los momentos que pasamos juntos significaron lo mismo para tí, que para mí.
Pero entonces te fuiste sin despedirte, haciéndome fallar en la promesa que hice para mi mismo.
Después de eso fui al aeropuerto pero no estabas, fui a la estación del tren y tampoco estabas.
Sabes sonará tonto pero lo que más odie de esta vida, no fue una persona, no fue ni siquiera tu partida, si no ese tren en el que te vi alejarte lentamente de mi lado.
Te seguí buscando en la ciudad pero no te encontré, años después te busque incluso en tu ciudad natal pero dijeron te habías ido hace años.
Dejé de buscarte. Y encontré a una buena mujer, que paso su vida entera conmigo. Aunque tú mejor que nadie debes entender que aunque me dio momentos de felicidad, nunca se comparó contigo. Aunque estaba casado con ella y tuvimos un hijo nunca dejé de pensar en ti y en la manera de volver a encontrarnos. Aunque estuviera con ellos cada noche pensaba en ti mientras me aferraba al mechón de cabello que te corté mientras dormías la primera noche que pasamos juntos.
Y aquí viene la parte más rara de la historia. Estaba buscando una manera de no fallarte, una manera de cumplir mi promesa escrita al final de nuestro diario. No veía ninguna forma y justo cuando me resigne decidí ir a la Iglesia, pensé que tal vez allí encontraría un rastro de ti.
Cuando entre escuche a un par de mujeres hablando de una casa dónde según decían había 'espíritus'. Al escuchar semejantes barbaridades me di cuenta del error que había cometido al ir allí.
Pero en la noche mientras pensaba en tí, deseé que esas barbaridades fueran reales. Comencé a investigar acerca de los espíritus y qué son. Un sacerdote me dijo que son personas que no murieron en la gracia de Dios, que fueron sepultados incorrectamente o qué algo o alguien no los dejó descansar en paz. Como sabes nunca fui un hombre malo, pero según tu Iglesia no soy un santo y no moriré en la gracia de Dios. Y tu siempre fuiste un Ángel.
Un día nuestro hijo me contó que no te casaste por la Iglesia a pesar de ser muy religiosa. Y si es por lo que yo quiero creer, tú tampoco morirás en gracia de Dios. Investigue bastante con respecto al tema y es la forma en que estaremos juntos por siempre.
Años después te encontré estabas casada y tenías un hijo que estoy seguro también es hijo mío. Vivias feliz con tu marido y mi hijo. Al año de que te encontré tu marido murió, estuve en su funeral y te vi llorar, no sabes cuántas ganas tenía de correr a ti y consolarte pero  no quería aparecer y destruir no sólo tu familia, si no también la mía. No quería que nuestro hijo terminará odiandonos a ambos así que decidí acercarme a él de otra forma. Compré una casa frente a la suya. Nos hicimos amigos, él venía todos los días a mi casa y comíamos juntos, mi familia y con su familia, que también era mis. Mis nietos eran buenos chicos, la niña cuando era pequeña venía todas las tardes a casa y me pedía le contará mis historias de cuando joven. Y yo siempre le contaba nuestra historia.
Ella se parece tanto a ti.
Después supe que volviste al departamento de la ciudad donde nos conocimos y a veces iba a mi casa, sólo para sentir que estaba cerca de ti.  Ahora que moriré quiero dejar todas mis cuentas saldadas así que le confesé todo a nuetro hijo en una última carta.
Pronto moriré y sólo quería decirte que aunque el destino no nos quiso juntos en esta vida, yo busqué un lugar para ambos donde estaremos juntos hasta la eternidad.
Te esperaré en ese lugar hasta que sea tu hora de venir. Hasta que sea tiempo de que estemos juntos por la eternidad.
Por lo pronto hasta luego.
                      Seth Jones