A D R I E N
Giro la perilla de la puerta para dar paso hacia adelante a mi habitación donde visualizo mi cama, la cual voy hacia ella para echarse boca abajo. Aunque este recibiendo quejas ahora mismo de Plagg las ignoro por que estoy demasiado cansado como para responder le.
Eh faltado toda esta semana a clases, no tanto por el esfuerzo físico de mi trabaja el cual ya estoy acostumbrado.
De pequeño....
Creo que estoy mas cansado emocionalmente. Después de todo, lo emocional es mas fuerte que el físico ¿No?. Estos días eh tenido que asimilar algunas cosas. Desde que tengo que vivir con cuya persona resulta ser mi amor platónico, my lady.
"Hogar" No puedo evitar formar una sonrisa de tristeza ante el significado de esa palabra. La ironía. Llamarlo así este lugar tan.. solitario. Si, solitario; esa es la palabra correcta para este lugar. Hubo un tiempo desde que "Hogar" era este lugar, el ambiente era cálido. Pero que ahora no esta; todo es lo contrario, el lugar se volvió sombrío. Debería de dejar de pensar esas cosas ya que si Marinette llegue aquí sera diferencia. O eso espero.
Me doy media vuelta para poder ver el techo blanco de mi habitación mientras una pregunta se me hizo presente.
"Marinette es la chica que me importa. ¿Realmente me importa ella?"
¿Que pensara Marinette del suceso con Chloe?
De cierta forma me sentía orgulloso por ser la persona que la halla defendido pero una punzada se hacia presente al saber que la había lastimado y que ahora las veces que nos hemos visto en el trabajo no me a dado la mirada. Pero tenia que hacerlo, no podía dejar que mi princesa sea humillada por ella. ¿Princesa? Si... me gusta como suena. Se podría decir que la palabra le encajaba a la perfección a Marinette. Saco mi celular del bolsillo de mis vaqueros para revisar que no tuviera ninguna sección u otra actividad pendiente y al ver que tenia toda la tarde libre decidí darme una siesta.
Siente un leve jalón en unos de mis mechones de mi cabello, aunque suelto un gruñido por el pequeño dolor por ello decido ignorarlo ya que después de todo sabia a la perfección de quien se trataba. Mientras trataba en poder lograr dormir.
— ¡Adrien. Despierta!—ignore sus gritos— carajo...—murmuro— ¡Adrien! ¡Marinette esta en la casa!.
Me levanto de golpe al escuchar decir eso Plagg. Sacudo rápidamente mi ropa mientras trato de ordenar mi cabello el cual esta despeinado. Pero cuando vuelvo en si escucho las carcajadas de Plagg. Debí suponerlo, una de sus estúpidas bromas.
— Me jalas el cabello y me luego me decís que ella esta aquí—refiriéndome a Mari— ¿Es que no tienes otra cosa mejor que hacer?
— Aparte de comer, dormir y fastidiarte la vida—parece estar analizando las cosas— no —dijo con toda la alegría que tenia. ¿Por que rayos me toco un kwami tan vago?.
No puedo evitar rodar los ojos al ver la insistencia de Plagg con su queso, no me quedo de otra que darle lo que me pedía si quería estar aunque sea unos minutos en paz. Me levanto de mala gana de la cama, quien apuesto si tuviera vida propia estaría diciéndome en que me quedara mas tiempo en ella. Y creo que cualquier persona con la cordura suficiente... aceptaría. Para cuando llegue a la cocina empece a buscar el queso, en eso escucho unas voces, la cual no le tome importancia al principio. Para cuando ya iba a regreso a mi habitacion. Pude ver que la puerta principal estaba Marinette conversando con mi padre y Nathaly.
¿No que era mañana la mudanza?
Da igual si era hoy o mañana, me acerque a ellos. Lo importante es que ella ya había llegado y ya no tendría que esperar otro día más. Baje de las escaleras causando que sus miradas se centrará en mi, vi como las mejillas de Mari se enrojecian y desviaba la mirada. Al llegar mi padre poso su mano sobre mi hombro.
— Creo que ya se conocen ¿Verdad? —ambos asentimos. — bien, Adrien mi vuelo saldrá hoy por la noche, has sentir a nuestra invitada cómoda.
— Si, padre.
— Nathaly, vámonos.
— Si, señor.
Bueno, eso explica el por qué se adelantó la mudanza. Vi la pequeña maleta de ella, la agarre y con una sonrisa le dije:
— Ven, te llevare a tu habitación —asintió nerviosa.
Mientras íbamos caminando ninguno de los dos decía nada. Era extraño, por lo que veía ella siempre hablaba, pero claro, no soy Alya. Al pasar uno de los pasillos deje de escuchar los pasos de Marinette y solos los míos. Al darme media vuelta la vi con la boca casi abierta y su mirada concentrada en un cuadro donde aparecía mi madre. Decidí acercarme a ella.
— Es mi madre —indique. Sobresalto, no se esperaba que estuviera a su lado.
— E-es... Muy hermosa... —hablo por lo bajo.
— Lo es, vámonos —dije algo apresurado, hablar de ella no era mi fuerte menos mi tema favorito para charlar.— ¿Te incomoda dormir en otra casa? —pregunte para poder hablar de algo.
— S-si...
— No te preocupes, te acostumbraras con el tiempo.
— Eso espero...
— Te lo aseguro, estaré a tu lado para que estés cómoda —sonreí por lo bajo.
— A-Adrien —tartamudeo mi nombre y yo la mire— Sobre aquel... —lo último no pude oír.
— ¿Sobre que? —pregunte. Lo volvió a repetir pero al no escuchar me hacer hacia ella— ¿Puedes retorno de nuevo, por favor?.
— Sobre aquel beso... —pude al fin escuchar.
Quiere una explicación del motivo del beso de aquella vez. Aunque me gustaría serle sincero del verdadero motivo se asustaría e haría lo que fuera por volver a casa. ¿Mi ventaja? Que tengo la excusa de la fiebre.
— ¿Que beso? —pregunte fingiendo sin conocimiento alguno de ese suceso.
— Nada na-nada —sonrió negando con la cabeza— olvida lo que dije.
Asentí. Quizás... Ser modelo tiene sus ventajas, puedes actuar sin problema alguno. Debería agradecer a las clases de teatro que me enseño.... Mi madre.
Agite un poco la cabeza para olvidar lo que había pensado, felizmente habíamos llegado a unas de la habitación que por cierto no estaba ni casi lejos de la mía. Al abrir la puerta deje su maleta a un lado de la puerta.
— Esta es tu habitación, espero que sea de tu agrado.
— Es muy bonita —dijo con alegría.
Creo que el juego esta por iniciar.
CONTINUARÁ...
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Sous Me Charmes [Adrianette]
Fanfiction«Bajo mis encantos» Los padres de Marinette tendrán que ir a una convención donde se presento un pequeño problema. Al ser informada de ello Marinette se imagino que tendría que ocuparse del negocio mientras ellos no estaban, pero pensó mal. Se queda...