Sous Me Charmes [Adrianette]

Capítulo 6

A D R I E N

¿Puntos en contra en ser hombre? Tener una erección al despertarte y la única manera de bajar eso es con una ducha fría o masturbarse. La segunda opción es tentadora pero ahora con que Marinette y yo vivamos bajo el mismo techo no es buena idea, ¿Y si me descubre?. No puedo evitar reírme al pensar que estoy a unos simples pasos en aurrinar lo que podría ser la inocencia de mi princesa. Tanta fue mi risa que Plagg me da un jalón de cabello.

— Tu si que no dejas dormir...  —bufa.

— Oh venga, ¿Te enojaste? —pregunte aun con una sonrisa en mi rostro.

— ¡No, claro que no! ¿Por que me enojaría con el señorito aurrina sueños? —habla con sarcasmo, oh bueno el intento.

— Vale, lo siento —me levante de la cama— iré a darme una ducha, no salgas en la habitación, ya no estamos tu y yo solos.

— Me siento indignado a creas que soy tan estúpido en ir por ahí sabiendo que podría ser visto.

— Solo te lo recordaba.

— No lo hagas —respondió de mala manera.

Reviso la hora en mi celular y sonrío un poco al ver que tengo tiempo así que decido tomarme una dicha fría, nada mejor una ducha fría para bajar una erección involuntaria. Una vez que salí del baño y ponerte la ropa que usualmente uso. El que Marinette y yo vivamos un tiempo bajo el mismo techo no significa que me tenga poner nervioso o dramático con la vestimenta. Debo tener plenamente confianza en mi. No importa si ella es ahora la dueña de mis fantasías, sin la confianza no se logra nada.

Claro que si no funcionó mis coqueteos como Chat Noir no dudo que como Adrien, va a funcionar a la perfección.

Una vez listo, salgo de mi habitación para ir directo al comedor. Lo bueno que mi padre valla en sus viajes de negocio no solo me libro de los deberes como modelo sino que Nathalie va con el, conclusión. Puedo comer sin restricción alguna. Veo a Plagg comer a lo que el llama "el amor de su vida" pero no visualizo a Marinette. ¿Se habrá ido ya a la escuela? ¿Se fue sin mi?.

— Quita esa cara de idiota ¿Si? —comenta Plagg.

— Lady no esta... —susurro para mi mismo y me acerco a Plagg— ¿La vistes bajar? —pregunto.

— ¿Y crees que estaré vigilando a la muchacha? —niega— las únicas personas que me deben importante, la primera yo, la segunda yo y tercera yo. Nadie más.

— Con un simple no hubiera bastado... —digo con un poco de seriedad.

— Aparte, ni siquiera has intentado a verla —continuo.

— ¿A que te refieres?,

— ¿No se te a llegado pensar que quizás ella aun no halla salido de la habitación? ¿No? ¿Que tan tonto puedes ser rubia?.

— ¿Y si no fuera así? ¿Que tal si ni siquiera me ah esperado para irnos juntos? —me tira un trapo, tapándome el rostro, con la mano me lo quito— ¿Por que hiciste eso?!

— ¡Por idiota! —responde— por razón las mujeres salen mas listas que ustedes, especial chicos como tu. ¿No te has fijado que siempre llega tarde o a la justas a la escuela? ¿No se te vino en esa cabeza hueca que quizás ella este dormida? —niego— anda, sube y averigua. Ahora déjame comer en paz.

— Algo que no entiendo, si tanto te cansas de mi ¿Por que no buscas a otro portador? —abre los ojos como platos.

— ¡Estas demente?! ¡¿Y donde crees que podría todo el queso que quisiera?! —era de esperarse— además, no fue mi elección elegirte.

Iba a decir pero se escucha unos pasos causando que Plagg se oculte y en la entrada visualizo a Marinette con el cabello suelto. Sonreí de lado cuando ella me mira y se sonroja.

— Buenos días, Marinette.

— Bu-buenas ¡Buenos días! —grita— es lo que..  Quise decir —sonríe con nervios después de haber tartamudeo.

— ¿Desayunamos? —propongo y ella asiente.

El desayuno fue simple... quizás doloroso. Detrás de ella había unos dulces y un panes [No me acuerdo el nombre xD] Me pregunto si... Niego rotundamente al recordar lo que sucedió cuando fui a su casa a jugar unas partidas de vídeo juegos. ¡Me alejo lo que yo mas amo!.

Ja, supongo que así se siente Plagg cuando le quito su queso.

Muy mal lady, muy mal... Aun así, eres dueña de mis fantasías. 

  — Marinette—alza su mirada hacia mi y veo como se empieza a sonrojar, otra vez.— ¿Que harías si yo te besara?—pregunto. 

Algo que agradezco de mi padre, es que herede sus actitudes, sin rodeos. Directo al objetivo sin que nada te lo impida. 

Veo que ya no son sus mejillas acaloradas sino también todo su rostro y baja la mirada. Veo como trata de pronunciar algunas palabras pero no logra formar alguna o al menos no lo entienda.

  — Jóvenes, deben ir a la escuela —dice alguien del servicio y maldigo en mi interior como Marinette se va corriendo.

Bueno, tendré que espera su espera cuando volvamos... Le daré tiempo, unas o una semana mínimo, de ahí, tomare riendas en el asunto.  

¡Volvimos! Bueno, una se fue y otra esta mal herida de la mano xD ¡No os preocupéis, tengo a mi hermano como secretario! Supongo que es la consciencia e remordimiento de lo que paso a mi manita wey :'v