Prologo

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N A R R A D O R

Era un día como cualquier otro para los ciudadanos de París. Pero este día iba a ser diferente tanto como al rubio como a la peli azul con unas simples palabras.

La peli azul quien estaba atendiendo amablemente como siempre a los clientes de la panadería de su padre.

— Que vuelvan pronto —dijo la peli azul a su ultimo cliente que tenia en la tienda.

Fue con una bolsita en sus manos para recolectar unas cuantas galletas para Tikki, quizás al estar todo el día estar sola en el cuarto de la joven tendría deseos de comer para después ir a patrullar como cada noche que hacían con su compañero Chat Noir. Cuando ya estaba tenia la bolsa llena de galletas, favoritas de Tikki, iba a subir para llegar a su cuarto.

— Marinette-hablo su padre que quien la vio apurada en subir. La joven se detuvo al oír la voz de su padre— tu madre y yo necesitamos decirte algo.—hablo.

La joven quien no comprendía de que querían hablar, asintió con la cabeza para bajar de los pocos escalones que había avanzado hasta estar frente a ellos. ¿La noticia era buena o mala? ¿Sucedió un accidente? ¿Un hermanito?. Tenia miles de preguntas en mente.

— ¿Sucedió algo? —pregunto la joven.

— Tu madre y yo iremos debemos salir por la convención dentro de dos días —y era verdad, de esa convención dependía la popularidad y reputación de su trabajo y los tres eran conscientes de ello— no sabemos cuanto va a demorar la convención —sincero.

¿Eso era todo? ¿Se quedaría sola en casa?.

— Esta bien, vallan se que es importante para vosotros —dijo con toda la tranquilidad que tenía Marinette.

— Hay otra cosa mas que decir —hablo su madre— no te quedaras sola —¿Entonces con quien? Se pregunto la peli azul ¿A caso le habían puesto un niñero con la edad que tenía ella?— Gabriel Agreste ya que también viajara por asuntos de su trabajo nos ofreció en que te quedaras en su casa con su hijo para que no estéis solos.

Sabia que su padre era un amigo del mismo Gabriel Agreste, pero ¿Vivir con su amor platónico? Eso si que era una noticia que le alegraba y aterraba al mismo tiempo. Sabia que se ponía lo mas tonta cuando él estaba cerca y era lo que menos que quería que el pensaba de ella. Pero, ¿El esta enterado de la noticia?

— ¿En serio? —preguntó por si las dudas, pero sus padres lo confirmaron asintiendo con la cabeza— entiendo... iré a hacer... —necesitaba una excusa para irse a contárselo a tikki— ¡La tarea! Si, la tarea tengo que hacer.

Sus padres se quedaron asombrados por el pequeño grito que había echo su hija hace unos segundos a lo que ellos dijeron— Esta bien, ve.

Dicho eso la joven rápidamente subió las escaleras para dirigirse a su habitación. Su kwami quien la mira extrañamente por la repentina llegada de su portadora. Decidió acercarse a ella y saber algo de lo sucedido.

— ¿Paso algo Marinette? —pregunto Tikki.

¿Que si pasaba algo? ¡Claramente si pasaba algo! Iba a vivir por unos días con su amor platónico ¿Como rayos se debería sentir?.

— Si... —dijo provocando preocupación al kwami— mis padres me han dicho que.. ¡Viviré con Adrien por unos días! —grito lo mas bajo que pudo que le permitió la emoción que recorría su cuerpo mientras que una sonrisa se hacía presente clavándose en su rostro.

— Me alegro por ti pero tenemos que ir a patrullar —aviso.

Y era verdad cada noche patrullaba con su compañero gatuno.

Sous Me Charmes [Adrianette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora