Capítulo 3

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—Ammy, te he dicho que odio que uses mi ropa y la manches —le digo en tono de reproche y ella me mira con carita de perro mojado.

—No es mi culpa ser tan torpe, además tienes que acostumbrarte, pronto viviremos juntas —dice con una gran sonrisa.

— ¿Sabes lo qué haré?, le pondré una clave de seguridad a mi vestidor.

— ¡No seas exagerada! Además eso no es posible, tonta —dice lanzándose encima de mí—. Por cierto, ¿qué ha pasado con el psicópata asesino?

Me incorporo en la cama, y ella se acomoda a mi lado lista para escuchar mi respuesta.

—La verdad es que estos tres días han sido los peores, recibo notas de él amenazándome con matar a mis padres si no acepto salir con él.

—Entonces sal con él, no lo conoces y no sabes si es capaz de cumplir con su amenaza.

—Porque no lo conozco es justamente la razón por la cual no salgo con él, retrasada. Además, es un maldito asesino.

Ella me mira y sonríe, pero su mirada es extraña, como si quisiera decir algo que yo no sé, como si quisiera revelarme el más grande de los secretos.

Antes de que pueda preguntar mi celular vibra, indicándome la llegada de un nuevo mensaje.

Desconocido:
Te estoy vigilando, más te vale que no digas nada sobre él. Porque entonces seré yo mismo quien asesine toda tu familia.

Miro repetidas veces el celular en busca de una respuesta, Ammy se percata de lo desconcertada que estoy y me arrebata el celular. Noto como su semblante va cambiado mientras va leyendo el mensaje y me mira con terror en los ojos.

—Madison, esto se está saliendo de control —dice con bastante preocupación, podría jurar que fingida.

—Llamaré a Aaron, esto terminará ya —digo marcando su número.

Unos, dos, tres tonos y contesta. Una voz varonil se escucha del otro lado de la línea telefónica, y aunque me moleste admitirlo ¡Esa maldita voz me encanta!

— ¿Qué quieres de mí? —pregunto con la voz firme, quiero ser directa y no andar con rodeos.

—Solo te quiero a ti, que aceptes la invitación que te hice días atrás.

— ¿Sabes qué?, acepto. Solo quiero que no vuelvas a molestar más después de ese día.

—Querida, te aseguro que tú serás la que me buscará luego de ese día —dice para luego colgar; sí, me dejó con la palabra en la boca.

Me quedo mirando a la nada y siento una mano golpear mi cabeza, le lanzo una mirada amenazadora a mi querida amiga y ella ríe a carcajadas.

— ¿Qué pasó?, te dejó como zombie. ¿Tanto te gusta? —pregunta sonriendo.

—No, idiota. Prefiero quedarme sola antes de enamorarme de un hombre como él.

—Pero no puedes negar que es caliente.

La miro con cara horrorizada y ella lanza otra carcajada. La verdad no sé qué le divierte tanto de la situación; yo, su mejor amiga, estoy en peligro y ella solo se dedica a reírse.

—Bueno querida amiga, me tengo que ir. Necesito resolver unos problemas —dice levantándose de la cama.

Yo me lanzo en su espalda antes de que cruce la puerta y le lleno la cara de ruidos besos, ella hace un ruido de asco y ahora es mi turno de reír.

— ¡Te amo, idiota!, luego te llamo para arreglar lo de mi mudanza a tú apartamento —le digo bajandome de su espalda.

—Sabes que estoy ansiosa de que por fin vivamos juntas, pero ahora no tengo tiempo de hablar sobre ese tema. ¡Te amo, amiga! —dice abrazandome.

Me lanzo en mi cama y suelto un suspiro frustrado, no sé porqué todo esto me pasó a mí, solo me queda rezar para que a ese asesino se le esfume la obsesión por mí.

Mis párpados pesan, y poco a poco voy cerrando los ojos...

Narra Aaron

—Hermano, no creo que con amenazas ella caiga ante ti —me dice mi mejor amigo, Jace.

—Lo sé, pero joder, ella es perfecta; su carácter de mierda me encanta.

Jace me mira con una sonrisa y puedo jurar que en unos segundos estará burlándose de mí.

—Qué marica suenas, esto es digno de publicarlo en los periódicos. "El gran narcotraficante, enamorado de una universitaria cualquiera" —dice riendo.

— ¡Cállate o te aseguro que ésta noche aparecerás muerto en un basurero!

—Tus amenazas no me afectan en nada, tú sin mí te mueres. Aunque digas estar enamorado de la tal Madison, sé que en el fondo a quien realmente amas es a mí.

—Te juro que a veces pienso que en serio eres gay, asqueroso —digo rodando los ojos.

Jace y yo hemos sido amigos desde que somos muy pequeños, él es el único que no me ha juzgado por mi personalidad. Quizás es porque los dos pasamos por lo mismo.

Antes de que él pueda hablar otra de sus babosadas el timbre retumba en la casa, lo miro extrañado ya que ninguno esperamos visita. Camino a paso lento y cuando abro la puerta me llevo una gran sorpresa.

— ¿Qué haces aquí? —pregunto con enojo.

—Solo vengo a decirte que no te acerques a ella, te aseguro que te mataré si lo intentas.

—Tú no eres nadie para venir a mi casa a amenazarme.

—Soy quien te arrancará tu hermosa cabecita si le pones una mano encima —dice acariciando mi cuello con un cuchillo.

Retrocedo unos pasos y veo como una sonrisa se dibuja en sus labios cuando entierra un poco el cuchillo en mi cuello y luego pasa el dedo por él tratando de limpiar la sangre.

~CR. 💙

Mi Demonio GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora