Capítulo 6

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Narra Aaron.

Llego al apartamento y me encuentro con Jace sentando en el sillón con su celular en las manos. Quizás acosando alguna chica.

—¿Cómo fue tu cita? —pregunta de inmediato, dejando su celular de lado.

—Vaya saludo —digo rodando los ojos—. Realmente fue maravillosa, Madison es todo lo que siempre he anhelado.

Él me mira detenidamente y una sonrisa se escapa de sus labios.

—Me alegra tanto que encuentres el amor, después de todo por lo que haz pasado lo mereces.

Al escucharlo decir las últimas palabras mi ánimo cambia, aprieto los puños y me dirijo a la cocina en pasos rápidos.

—Hermano, no puedes reaccionar así cada vez que alguien te habla de ese tema —dice siguiéndome los pasos.

—Lo sé. ¿Crees que es fácil para mí?
No, no lo es. Es algo de lo que no quiero hablar, mucho menos recordar. Quedó en el pasado, y el pasado no es bueno removerlo, mucho menos si es tan oscuro y lleno de odio.

—Te recuerdo que "El pasado" como tú lo llamas, nos está siguiendo. Siempre lo ha hecho.

—¿De qué hablas?, hace meses que no sabemos nada de él.

—Matteo apareció cuando los chicos estaban entregando el cargamento que enviamos al Este del país. Varios de los nuestros murieron.

—¡Maldición!, pensé que a ese hijo de puta le quedó claro la última advertencia que le dimos —grito con enojo.

—Sabes que siempre ha sido lo mismo, su odio por ti es más fuerte que cualquier amenaza o ultimátum.

Es cierto, Matteo forma parte de mi pasado, sé que no me dejará tranquilo, hasta que uno de los dos muera.

—Llama a los chicos e infórmales que mañana temprano tendremos una reunión aquí. Esto no se quedará así —le ordeno.

Dejo a Jace con la palabra en la boca y me dirijo a mi habitación. Necesito pensar cual será nuestro próximo movimiento.

Pero a pesar de que tengo un gran problema encima y debo buscar una solución, no puedo sacarme ese pelo castaño y ojos verdes de mi cabeza. Sé que no he sido el mejor hombre, y que la he cagado tratando de llamar su atención, pero esto es lo que soy; no fingiré ser detallista o bueno, quiero que me ame por lo que soy.

*****

—Aaron, los chicos vienen en camino —me informa Jace.

—Prepara todo, después de la reunión iremos a Brooklyn, tengo que cobrar unas cuentas allá.

Él me mira con una sonrisa llena maldad, sabe que hoy correrá sangre, y no de nosotros.

El sonido del timbre nos interrumpe y Jace sale de la habitación para abrirle a los chicos.

—Pequeño Aaron, llegamos —escucho decir a Cristian con un tono burlón.

Se me escapa una carcajada y salgo al recibidor, ahí están casi todos, solo faltan las mujeres del grupo.

—Antes de que preguntes por las chicas, están en la universidad —me informa Ray.

—Esto es importante, la maldita universidad solo es una tapadera de lo que realmente son —protesto con un poco de enojo.

—Dijeron que vienen más tarde para ir al bar de Brooklyn —interrumpe Jace saliendo del pequeño bar con una botella de Whiskey en la mano.

—Acomódense, tenemos mucho de que hablar —ordeno.

Mi Demonio GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora