Capítulo 7 || Nueva

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− Ustedes se los buscaron

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− Ustedes se los buscaron. Alya encárgate con Aranza del otro, yo me quedo con este idiota −el moreno estaba harto de estos hombres, sabía que era más grande él, pero que podía vencerlo.

− No me insultes, mocoso −exclamó alejándose el hombre.

− ¡Ten cuidado Nino! −gritó alya de frente al más bajo de los dos atacantes.

− Nadie me llama Noma, así que ¿Qué te parece si te uso para practicar un poco? −ella era la más pequeña de los tres, pero solo sonreía.

Alya y Aranza comenzaron a luchar con algo de dificultad, daban patadas y goles en el abdomen y espalda. Él huyó después de darse cuenta que no podía con esas dos. Con Nino, bueno su oponente había sacado una navaja de su bolsillo, el moreno esquivaba con astucia sus intentos de apuñalarlo, Aranza decidió no quedarse de brazos cruzados; colocándose a un costado del atacante le propinó un golpe en la sien dejándolo inconsciente. Voltearon a ver al hombre asiatico.

− Muchas gracias por su ayuda, jovenes −dijo sonriente el pequeño hombre asiático con las manos en la espalda.

− No hay de qué señor, que tenga un buen día −le sonrió de vuelta la castaña. Los tres jóvenes se dieron vuelta y siguieron su camino, dejando a tras lo sucedido.

Una pequeña criatura verde salió de su escondite, posándose en el hombro de su portador. Fu miró a su pequeño acompañante y le sonrió, la criatura le devuelve la sonrisa al entender en qué pensaba su portador.

− Parece, que tenemos a nuestros héroes −dijo mientras miraba a su pequeño acompañante. El pequeño kwami asintió seguro volviendo a su escondite.

Fu, se retiró de ese lugar caminando al lado contrario, tenía que entregar esas pequeñas cajas lo más pronto posible. Mientras tanto, los tres jóvenes estaban charlando y caminando tranquilamente por París.

− No sabía que luchabas, Aranza −dijo impresionado el moreno.

− Pensé que mi prima te lo había mencionado siquiera −Ella estaba a lado derecho de Alya, mientras Nino al izquierdo− Alya, me mudo a París y me entero de que tienes novio −alzó el índice en enumerando lo que decía, levantó el medio− y que no sabía de mi existencia, me decepcionas −dijo fingiendo estar dolida y de manera dramática, cosa que solo causó risa entre los dos morenos.

Aranza recién se había mudado a París gracias a sus estudios, siendo prima de Alya pudo mudarse sin mucho problema desde Marsella. Ella es de baja estatura (para tener diecisiete) y pelirroja.

− Ary, primita deja los pucheros estas algo grande para eso, y te agradecería que no te estés enojando por todo esto −dijo con una la leve risa ante la actitud de su prima.

− Bueno ¿quieren ir por un helado de esa tienda? −dice el único chico de ese grupo, señalando la tienda que estaba frente al parque de donde se encontraban− Yo pago, como celebración de tu llegada.

Recordando un amor [Mlb]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora