Capitulo XI

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"Una esperada confesión"

Bridgette se revolvió levemente en la cama al mismo tiempo que fruncía el ceño ante un molesto sonido. Intento taparse la cabeza con la almohada para evitar el fastidioso ruido que se asemejaba a algo golpeando levemente es cristal de la ventana de su habitación.

Gimió exasperada aún demasiado dormida como para pensar la situación con claridad, solo quería callar eso y volver a dormir. Ni siquiera analizo que se encontraba en un piso alto, y por lo tanto, casi nada podría producir tal sonido...

Aspiro profundamente mientras se quitaba la almohada con un suspiro exasperado. Se obligó a levantarse y bajarse de la cama con movimientos lentos mientas bostezaba, se movió despacio entreviendo los ojos para ver la ventana y no encontrar nada.

Frunciendo los labios, estaba bien dispuesta a regresar a la calidez de las sabanas; cuando vio una sombra pasar velozmente por fuera. Hizo una ligera mueca confusa, aún demasiado dormida como para alarmarse. Pero un nuevo sonido proveniente esta vez desde la sala, la insto a quedarse por un segundo quieta.

Dejo caer sus hombros, sabiendo que debía ir a ver para asegurarse. Prácticamente arrastro los pies y más de una vez se tropezó con el marco de la puerta y algunos otros objetos. A ella le costaba muchísimo despertarse del todo a veces, y este caso no era la excepción.

Pero mientras caminaba se dio cuenta que podría ser un demonio.

Ahora un poco más alerta, parpadeo tratando de acostumbrar sus ojos a la oscuridad, mientras alzaba su muñeca y veía aun la cadena intacta.

Era extraño, quizás también ese escalofrió que sentía por su columna sea simplemente el fresco de la noche.

Quedo en medio de la pequeña sala observando todo con detenimiento, pero nada parecía estar fuera de lugar. Miro esta vez el balcón, había cerrado la puerta corrediza de cristal por pura paranoia, aunque sabía que un demonio podría romperla sin hacer ruido sin ningún problema.

Coloco sus manos en las caderas ladeando la cabeza confusa aun media dormida. Quizás fue un pájaro herido que choco continuamente con el vidrio buscando refugio. Sin embargo, no veía nada. Aun así se acercó un poco más al balcón para echarle solo un vistazo sin abrir la puerta, pero nuevamente solo la luz de la luna alumbraba el pequeño espacio vacío.

Suspiro cansada, volvería a dormir y esperaba que esta vez nada volviera a inquietar sus sueños.

De repente y sin previo a viso; una oscura sombra aterrizo en medio del balcón provocándole tal susto, que termino cayendo al suelo sobre su trasero con dureza mientras ahogaba un chillido.

Miro boquiabierta aquella sombra con su corazón amenazando con salir de su pecho, hasta sintió como el color se dreno completamente de su rostro.

Saliendo rápidamente del estupor, estuvo a punto de ponerse de pie de un salto y colocarse en posición de combate al ver unas arlas alzarse ante ella. Pero fue frunciendo el ceño lentamente al detectar una melena rubia.

Abrió los ojos de par en par cuando por fin reconoció a Felix en su forma demoniaca, que la miraba con una sonrisa de colmillos por el susto que le provoco, y que por lo tanto, debía parecerle de lo más divertido.

—¿Felix?—murmuro ella levantándose lentamente, mirándolo con completa precaución.

El simplemente ladeo un poco su cabeza de forma "inocente" mientras asentía.

Bridgette abrió con cuidado la puerta corrediza, parpadeando aun confusa y enojada por que casi le produce un paro cardiaco—¿Q-Que haces aquí?—murmuro tratando de que su presencia no le afectara.

Mon démon, mon amourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora