"Un encuentro sobrenatural"
Los demonios caminan entre nosotros y no somos conscientes de ello.
Pueden ser alguien que conocemos desde hace mucho tiempo y jamás nos daríamos cuenta, porque simplemente no podemos ver las señales.
Pero hay alguien que si puede hacerlo...
Realmente no pidió tener ese don, como tampoco pidió ser hijo de uno de los diseñadores más famosos y respetado de todo París, pero así era la vida.
Tan injusta y llena de ironías.
La primera vez que se percató del "don", tenía la tierna edad de seis años. Aun con su mente inocente y despreocupada estaba muy consciente del mundo que lo rodeaba. Algunos decían que era un niño prodigio, ya que a esa edad ya sabía leer con bastante fluidez. Y aunque era un niño de pocas palabras; podía mantener el hilo de la conversación sin problemas entre los adultos, algo que impresionaba a los mayores y fue el orgullo de su padre hasta cierto punto.
Pero un día comenzó a notar que ciertas personas poseían características antinaturales.
En la calle mientras paseaba por la limusina, esta se detuvo en el semáforo. Y noto a un chico que permanecía en la cera a esperar pacientemente que la luz cambiara para poder cruzar. El se fijo en algo realmente extraño en lo alto de la cabeza del muchacho, al igual que el brillo de sus ojos poesía un tono rojizo cuando sus miradas se cruzaron por un segundo. Pero no pudo seguir detallandolo, porque el auto siguió su camino.
Esto claramente lo había dejado confuso y muy pensativo, preguntándose si había sido producto de su imaginación. Sin embargo, al pasar los días estos extraños sucesos no se detuvieron.
En una reunión de alta sociedad organizada por su padre, también noto estas peculiaridades en una señora despampanante en belleza. Sus ojos permanecieron fijos en ella mientras esta disimuladamente coqueteaba con un hombre. Creyó ver un par de cuernos como los de un ternero en su cabeza, las orejas alargadas y un par de pequeñas alas plegadas en su femenina espalda. Pero curiosamente todos estos rasgos los veía como si fuesen translucidos, además que nadie parecía percatarse de ese hecho.
Cuando la mujer poso su mirada en él; vio nuevamente aquel brillo extraño de un intenso color rojo reflejados en sus ojos castaños. Y esta le sonrió amablemente mientras le guiñaba un ojo y seguía con la conversación.
El quedo confundido, notando que ella parecía saber lo que él estaba observando...
La dama tenía rasgos... demoníacos.
Al principio esto lo había asustado y escandalizado al mismo tiempo. Y había creído que algo terrible estaba pasando, ya que a pesar de todo seguía teniendo una mente infantil.
A las pocas horas se topó con dos personas más con estos rasgos similares solo con unas cuantas diferencias entre sí. E ilusamente esa misma noche había acudido a su padre para explicarle las cosas que había descubierto con voz temerosa, pero el simplemente lo despacho diciendo que no era tiempo de bromas.
Pero él no se contuvo allí, aun con la esperanza de que prestara realmente atención a sus palabras.
Aunque luego lamento terriblemente no haberse detenido...
Tenia la pequeña e inocente ilusión de que su progenitor lo ayudara, ya que esto le causaba algunas pesadillas que lo despertaban por las noches con lágrimas en los ojos.
Le insistió varias veces, diciendo que veía demonios disfrazados de personas, con colas, cuernos y alas caminando entre ellos en la vida diaria. Pero sus tiernos ojos presenciaron la furia silenciosa de su padre mientras le decía con voz fría que se marchara y dejara sus estupideces, que al día siguiente lo mandaría a un psicólogo si seguía en esas andanzas.
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Mon démon, mon amour
أدب الهواةFelix Agreste puede ver cosas que nadie mas es capaz de percibir, pero conforme crece ignora todo a su alrededor como si aquellos seres no existieran. Hasta que una chica con rasgos demoniacos se presenta en su ultimo año de clases. El se empeña en...