"Memorias de una madre"
26 de Febrero.
París, Francia.
Sinceramente no sé porque comienzo a escribir todo esto, pero tengo la ligera sospecha que es la necesidad de expresarme. También puede ser que no se lo puedo contar a nadie ni siquiera a mi esposo por el simple temor de que algo salga mal, e impida mi cometido.
Así que estas paginas serán mi único confidente.
Quiero describir que me invade el miedo por mi pequeño. Su estado está muy delicado y creo que conseguí la única salida, aunque tiene un costoso precio que pagar.
Pero haré lo que sea por él.
¿Y cómo no hacerlo? Si aún recuerdo la grata felicidad al enterarnos que estábamos esperando un bebe, fue la alegría más grande de mi vida. Y a pesar que Gabriel es un hombre reservado, no dudo en alzarme en brazos y girar juntos al mismo tiempo que ambos nos embriagábamos de dicha pura.
Fue simplemente espectacular, como estar en un sueño al igual que los primeros meses del embarazo.
Pero como todo hermoso cuento, siempre viene días oscuros y desalentadores...
El embarazo resulto ser riesgoso y tenía grandes posibilidades de abortar. Sinceramente estaba aterrada de que ese precioso bebe pudiera morir antes de darme una oportunidad de sostenerlo en mis brazos. Ya había aprendido a amarlo con locura y a soñar cada día con verlo sonreír o de que soltara esos llantos que solamente una madre podría aliviar con dedicación y paciencia junto con su padre.
A pesar de todos los esfuerzos no pude llegar a termino, y mi pequeño Felix nació a los siete meses de embarazo... no me importo en lo absoluto que tuvieran que hacerme una cesárea de emergencia. Lo único que realmente me quitaba el aliento era estar con la incertidumbre si él iba a sobrevivir o no.
No soportaba la idea de no verlo crecer.
Fue una espera tortuosa, estaba muerta de la preocupación junto con Gabriel, él también estaba afligido y sintiéndose impotente a pesar que hizo todo lo que estaba a su alcance para pagar a los mejores médicos y estar en un costoso hospital privado.
Nuestras manos se aferraban entrelazadas para darnos ánimos mutuamente.
Hasta que por fin pudimos verlo, era tan diminuto y delicado que mi corazón amenazo con saltar de mi pecho.
Aun no podía sostenerlo, pero me conformaba verlo vivo. Su piel aún era muy rosada y apenas podía notarse un poco de cabello claro en su cabecita, sus manos eran pequeñitas al igual que todo su cuerpo. Pero era mi bebe y confiaba plenamente en que saldría adelante pasara lo que pasara.
Y así fue.
El creció como un hermoso rayo de sol, hasta que por fin después de tanta espera pudimos llevarlo a casa donde nuestra alegría solo recién empezaba.
Pero conforme pasaban los días, meses, y unos pocos años, nos percatamos que su condición era muy delicada y enfermiza. Tenía una extrema palidez y lucia cansado todo el tiempo, dormía mucho para un bebe de su edad. Gabriel se encargó de hacerle todo tipo de examenes, y así fue como nos enteramos que nuestro pequeño sufría de una anemia grave producto de la difícil gestación, y que su medula osea no producía suficiente glóbulos rojos, su sistema inmune no se desarrolló bien al parecer.
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Mon démon, mon amour
FanfictionFelix Agreste puede ver cosas que nadie mas es capaz de percibir, pero conforme crece ignora todo a su alrededor como si aquellos seres no existieran. Hasta que una chica con rasgos demoniacos se presenta en su ultimo año de clases. El se empeña en...