The Amazing Spiderman: Golpes del destino.

~ 1 ~

La calle se inundó del ruido de las sirenas de los coches de policía. Varias patrullas perseguían un coche rojo, en el cual iban cuatro ladrones que acababan de robar un banco.

Cuando uno de los patrullas se acercó a los sospechosos, estos abrieron fuego contra ellos. La gente, nerviosa, huía de las calles. El coche de policía, del cual salía un oscuro humo, se desvió a la derecha. Estaba a punto de chocar contra un bar, hasta que una red paró el coche.

Nadie sabía de dónde provenía esa telaraña, pero si sabían quién era el que la había lanzado.

Con una gran velocidad, una figura peculiar cruzó a toda prisa la calle, balanceándose con gran agilidad y desenvoltura.

Los coches de policía de mantuvieron a una distancia considerable, pero esos tipos no se andaban con chiquitas y volvieron a abrir fuego. Llevaban UCI's, las cuales eran las responsables del estropicio del otro coche.

- ¡Aquí 421, necesitamos un bloqueo inmediato en...!- el policía fue impactado por una bala en su hombro. Este gritó.

- 421, ¿Todo en orden? 421, responda.- decía una voz proveniente de la radio.

El compañero de este, sin dudarlo, respondió.

- ¡Aquí 421, tenemos a un oficial herido! ¡Procedemos a retirarnos! ¡Manden refuerzos a nuestra posición! ¡Repito, manden refuerzos!

- Entendido, 421. Los refuerzos están en marcha. El hospital más cercano está a unas manzanas de distancia. Suerte.

Uno de los dos coches restantes giró en un cruce. El otro proseguía con la persecución.

- ¡Eso es, Joey! ¡Nos habéis quitado a dos de encima¡- exclamó el conductor del vehículo rojo.

La figura cruzó la calle con una velocidad inexplicable y cayó sobre el vehículo. Los pasajeros, alertados, sacaron sus cabezas para comprobar qué ocurría. Algo tiró de ambos tipos, los cuales lanzaron un grito ahogado acompañado de un extraño sonido.

Cuando el copiloto se giró, vio a la figura ahí, sentada, cruzada de piernas.

- ¡Spiderman!- gritó.

- Y... ¿Dónde vamos chicos?- exclamó en un tono burlesco.

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- Aquí 454. Central, llevamos más de 20 minutos esperando y aquí no llega nadie. Ni los coches patrullas, ni los ladrones. Cambio.- exclamó un tipo alto, fuerte, con la placa de capitán.

- Aquí central a 454. Deberían de estar por ahí. Si no aparecen en 5 minutos, me temo que deberán retirarse.

- Recibido, central. Cambio y corto.- el tipo lanzó furioso el walkie.

Algo cayó sobre el techo del coche. El tipo, alertado, salió del mismo y observó a los cuatro delincuentes sobre el techo, atados con telaraña. Miró hacia arriba y vio marchar una figura entre los tejados de la ciudad. El tipo sonrió.

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«Estas fotos servirán. Las llevaré luego al Bugle y quizás...»

- ¡Peter! La comida ya está, ¿qué es lo que haces? Te he avisado 4 veces. Baja inmediatamente.- gritaba May desde el comedor.

- ¡E-enseguida voy, tía May!

Peter bajó las escaleras, besó en la mejilla a su tía y sentándose en la mesa dijo:

- Siento la tardanza. Estaba organizando la cartera y...

- Siempre andas liado, Peter. No sé cómo puedes relajarte tanto. Anda, come. No quiero que te lo comas frío.

- ¡Macarrones con queso! ¿Cuál es la buena noticia tía May?- preguntó el chico sonriendo.

- Bueno... Sí que hay una buena noticia, pero no creo que necesites saberla aún.- Tía May sonrió.

- ¡Oh, vamos! ¡No puedes dejarme con la intriga!

- Vale, vale... De acuerdo. Verás... ¡Me han ascendido en el trabajo, Peter!- dijo riendo de felicidad la mujer.

Peter se levantó, felicitando a su tía, y la abrazó. Ambos hablaron durante la cena sobre la noticia y lo contento que estaba Peter por su tía.

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- ¿Es él?- preguntó una voz entre las sombras.

- Sí. Él es nuestro objetivo. El chico a pagado una buena suma de dinero...- contestó otra voz.

- ¿Sólo por matarle? Eso será fácil.

- No sólo por eso... Quiere que le hagamos sufrir. ¡Quiere que le destrocemos por dentro! Y lo haremos...