Amor Puro: Un juego de niños (Yuri)

Capitulo 4.- Dos glorias (Parte 2)

Queridas criaturas del señor, ya se que eh estado desaparecida durante un mes y no tengo excusa para ello, bueno si:

Le eh dado muchas vueltas a esta parte de la historia por que no sabia como terminarla, pero estoy satisfecha con lo que surgió al final; ya había mencionado antes que me encontraba en una fase de bloqueo y creo que estoy en lo mas profundo de ella, con ansiedad y un poco de mal humor. Sin embargo, aquí estoy; dando lo mejor de mi y lo seguiré haciendo.

Les mando hartos besitos y abrazos.

Luc <3

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No era mi intención confundir a Daniel. Pero necesitaba que alguien tomara el control sobre mí, ya no era por seguir el consejo de Eduardo sino que en realidad quería saber lo que era tener sexo con un chico; sin embargo no me sentía con la total seguridad de ser yo quien diera el paso a proponerlo.

Pasaba mis noches de los viernes mirando películas con mis hermanas, al menos hasta que Sofía nos mandara a dormir.

-Necesito un favor- Irrumpió mi madre en la sala con voz dulce como cuando nos obligaba a hacer algo -Una de ustedes dos tiene que ayudarme- Señalo a Sofía y luego a mí, Esto no iba a terminar nada bien, menos cuando se metió a su habitación, Sofí y yo sabíamos que a mi madre también le encantaba que le rogaran.

-¿Puedes?- Bajo el volumen de las caricaturas de Paola para mirarme con ojitos de perro regañado.

-¿Qué obtengo a cambio?-

-Mi amor. ¿No te basta?-

-No. Me debes un enorme favor-

Me levante para dirigirme con mi mamá, pude escuchar cuando Sofí y Pao se reían.

-¿Qué necesitas?-

-Pensé que vendría So fía, pero tú eres perfecta para lo que necesito- Se cambió los zapatos de casa por unas pequeñas plataformas - ¿Recuerdas a tus primas?-

-¿Cuáles?-

-Gloria y Valentina-

-Aja... ¿Qué tienen que ver?-

-Necesito que cuides a Valentina, saldré con su mamá-

-¿Gloria no la puede cuidar?-

-Tiene una pijamada y su padre llega muy entrada la noche. Te llevo, la cuidas y cuando regresemos te traigo de vuelta- Me miro extrañada -Cámbiate-

Salí apurada y mire con odio a mis hermanas, la más indicada era Sofía que ya había cumplido diecinueve años, no yo; pero ella no tenía paciencia con niños que fueran Paola.

Termine vistiendo unos shorts deportivos que utilizaba para dormir y una blusa de tirantes sin brassier, lo más cómoda posible.

Durante el trayecto mi madre no dejo de darme indicaciones de cómo cuidar a la niña, no era tan pequeña como para que necesitara de los cuidados más extremos, ni tan grande como para dejarla sola.

La tierna edad de los cinco años.

Jugué un rato con ella mientras mirábamos películas de princesas, no fue una tortura como tal, todo lo contrario. Hasta la fecha me gustan las Barbie y las películas infantiles. Valentina no aguanto más de la primera película, se quedó dormida rodeada de sus muñecas; decidí terminarla antes de pasarla a su cama por lo que me serví cereal para estar más a gusto.

Eran casi las diez de la noche cuando la puerta principal se abrió dándome un gran susto.

-¡Me asustaste!- Le grite a Gloria desde el sillón -Creí que tenías pijamada-