The End

Capítulo 6: Descanso

El sonido de los disparos, habían hecho volver a la horda que recientemente había pasado. No teníamos mucho tiempo, sacamos la mayor cantidad de recursos posibles y nos largamos de allí, dejando de lado, los cuerpos de mis padres.

En el camino, nos encontramos una estación de policías, al parecer era una comisaría.

Nos detuvimos allí, estábamos indefensos, no teníamos armas como para defendernos de una situación como la que habíamos vivido en el supermercado. Bajamos e ingresamos.

El lugar estaba vacío, recorrimos de punta a punta en busca de armas pero no encontramos nada. Salimos decepcionados.

-Revisemos los vehículos de Policía, quizás encontremos algo -Dije seguro.

-Estoy de acuerdo -Respondió Kevin.

Ya habíamos buscado en casi todos y la seguridad de que podíamos llegar a encontrar algo disminuia cada vez más, hasta que se escucho la voz de Abril festejando.

-¡Si!, nos ganamos la lotería -Dijo mientras se dirigía hacia nosotros con dos bolsos.

-¿Qué has encontrado? -Pregunto mi primo ansioso.

-Compruébalo tu mismo -Le respondió, al mismo tiempo que le guiñaba un ojo.

-Es increíble -Dijo mi primo sorprendido, mientras sacaba un rifle de asalto.

-No dejas de sorprendernos -Le dije sonriendo.

-Lo se, soy la mejor -Dijo halagandose.

Separamos las armas e hicimos un inventario de lo que teníamos. Eran 4 Rifles de asalto, 2 snipers, 3 escopetas, aproximadamente 10 pistolas, varias granadas y munición de sobra. Teníamos el arsenal perfecto.

Aprovechamos en extraer gasolina de los vehículos en bidones, pues se nos estaba acabando. Y así partimos en busca de un refugio

Estuvimos todo el día recorriendo la carretera, no habíamos encontrado nada aún y cada vez se hacía más de noche. En este tiempo al parecer mi primo había formado una muy buena relación con Abril, dado que se escuchaba de a rato como se reían y charloteaban en la parte de atrás. Yo estaba sentado adelante con Kevin, hablando de sus padres, los míos y en lo que el mundo se había convertido en tan sólo tres días.

Intenté encender la radio en varias ocasiones, intentando sintonizar alguna frecuencia, sin éxito. No sabiamos en lo absoluto que estaba pasando en el resto del mundo, allí parecía que ya hubieran pasado meses por la cantidad de zombies que había, y el estado en que habiamos dejado la ciudad.

Era ya de noche y encontramos una cabaña, la revisamos y era segura, sin zombies alrededor, ni ninguna clase de peligro.

Todo era perfecto, gran cantidad de recursos, armas para nuestra defensa, un lugar cómodo y seguro, personas con quien estar. Despues de tres dias agitados, por fin podiamos descansar tranquilos y sin preocupaciones.

A la mañana siguiente, me desperté último, había dormido de maravillas, me hacía falta, siendo sincero.

Salí de la habitación y me dirigí hacia la cocina, allí estaban todos, desayunando y charlando.

-Bueno, al fin se despertó la bella durmiente -Dijo Kevin bromeando.

La verdad que me caían muy bien esos chicos, además que les debía la vida, sin ellos, yo estaria muerto.

-Si, estaba cansado -Respondí riendo.

-¿Y como dormiste? -Preguntó mi primo.

-Demasiado bien, y ustedes me parece que también tortolitos ¿no? -Le dije bromeando, mirando a Abril.

-Muy gracioso -Dijo Abril sonrojada, bajando la cabeza.

Ellos habían dormido juntos, ya que había sólo tres camas. Me parecía raro que se hayan hecho amigos muy rápido y al otro día ya duerman en la misma cama, supuse que andaban en algo.

Al rato ellos salieron a dar una vuelta y yo me quedé en la casa con Kevin, reuniendo los recursos y comprobando si había agua limpia en el tanque de la casa.

Al rato que ellos llegaron habíamos terminado de reunir todo, y calculamos cuanto nos duraría, quedamos en que teniamos suficiente como para tres meses, aproximadamente. Iba a ser un largo tiempo que nos quedariamos allí, sin arriesgar nuestra vida.

Nos duchamos, prendimos la chimenea, y nos quedamos a la luz del fuego, charlando, y suponiendo que íbamos a estar asi, tres largos meses, fuera del peligro, fuera de los zombies y sin preocupaciones. Pero no era así.

Continuará...