CAPITULO 21

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El viento gélido chocaba contra mi rostro desnudo sin ningún pavor, moviendo mis cabellos de manera rítmica siguiendo a la brisa del viento. Intentando como yo, escapar de toda aquella situación tan aterradora en la que me encontraba.

Tragué grueso.

No sabía lo que me esperaría tras subir aquellas escaleras de piedra talladas sobre el mismo suelo, que llevarían hasta lo más alto del templo. El silencio y la calma que había a mi alrededor era aun más aterrador. Estaba rodeada de un frondoso, oscuro y profundo bosque de árboles que podrían superar perfectamente un edificio de seis plantas...lo único que podía ver cuando miraba hacia el cielo, eran las frondosas ramas cubiertas por grandes hojas con formas parecidas a un corazón de un color marrón y verdoso indicándome el paso del verano al otoño, junto con un viento gélido que aumentaba cada vez más cuando se acercaba la oscura y aterradora noche en donde las bestias saldrían a molestar a los mortales que se encontraban en sus hogares, ajenos a lo que ocurría a su alrededor. Monstruos sedientos de sangre esperando a que sus víctimas hiciera algún fallo para avanzarse contra ellos como si fueran unos pedazos de carne con ojos y boca, que su cazador estaba esperando a cazar o bien, ya habían sido cazados.

Apreté mis puños. Cogí aire para luego soltarlo con delicadeza y con lentitud intentado calmarme. Miré hacia delante y con un paso precavido comencé a subir por aquellas escaleras de piedra hasta mi destino. No podía seguir mirando como una idiota asustada a aquel lugar cuando Ace y los demás, estabas haciendo cosas más peligrosa que ésta. Además Ra me lo dijo, aquí es donde más segura estaré así que... Me esforcé por quitarme cualquier pensamientos de temor y seguí subiendo por aquellas interminables escaleras que sellarían mi destino. Había pasado por situaciones peores a ésta...no sé por qué, ésta se me estaba haciendo tan cuesta arriba...Quizás sea por lo que haya allí arriba...quizás no quiero que sea encontrado, pero no entendía por qué...

Estaba terminando de subir las escaleras cuando una fuerte explosión cerca de aquí me alertó, que algo no iba bien. Subí con rapidez los últimos peldaños que me quedaban por recorrer y miré al frente.

Sino terminaba esto pronto algo malo estaba segura que pasaría... Y no estaba dispuesta a que eso ocurriera. - ¡Por encima de  mi cadáver! - No pude evitar pensar y gritar internamente por si aquello estaba causando más daño a Ace del que debía.

Miré aquel extraño lugar pero por desgracia no me resultaba lo suficientemente extraño como creía... Lo observé con desespero como si intentara recordar algo que hacía un tiempo que olvidé. Mis ojos se clavaron como agujas en el santuario que había en medio de todo aquel lugar. Una pequeña casita con aspecto japonés mientras flores de muchos colores decoraban a aquella casita, al igual que pequeñas velas colocadas a su alrededor, iluminando a aquello. Me parecía algo bastante bonito pero algo seguía sin cuadrarme... Miré a mi alrededor, sólo podía observar como no había ni una sola pared alrededor de ese pequeño santuario, lo único que lo sustentaba eran gruesas columnas rojas puestas en cada esquina del templo... Pero algo faltaba, estaba segura... Di vueltas sobre mi misma para saber que faltaba, pero no lo encontraba.

Suspiré y miré fijamente a aquella casita. Me acerqué hacia ella y caminé a su alrededor, examinándola. Miré por detrás de ésta, observando una ranura de manera circular y metí mi mano por aquella ranura que había en medio de la casita hecha de piedra. Al llegar al final de aquella rendija noté algo bastante peculiar por lo que lo agarré y lo accioné, escuchando un fuerte estruendo a mis espaldas, por lo que me giré pero no hallé nada, así que bajé abajo. Como si fuera una extraña película de misterio, había un pasadizo secreto que fue accionado por aquella palanca que accioné, que había en aquella rendija. Me metí dentro de éste y vi como de nuevo se cerraba. Me preocupé un poco de aquello, pero ya hallaría la salida. Lo primero ahora era encontrar aquello que hubiera al fondo de aquellas escaleras de piedra que me bajaban cada vez a un lugar más profundo, pero gracias a las lámparas que habían sobre la pared de roca, podía ver por donde iba, hasta que vi como estaban apunto de terminar la escaleras.

Bajé más rápido.

Al llegar observé aquel lugar demasiado familiar para mí. Al fondo había una puerta de madera de roble de unos dos metros de altura mientras había solo lámparas. Eso era lo único que había en aquel lugar.

Me abracé a mi misma al sentir una brisa helada al rededor de mí.

Anduve rápido hacia aquella puerta. Algo no iba bien... Abrí aquella puerta de madera y encontré algo que me sorprendió. Me acerqué a las tres únicas cosas que había en aquel lugar. Miré la mesa que había, y poco después a una preciosa pluma de color blanca que flotaba de por si sola en una urna de cristal. Acerqué mi mano hacia la urna y con mucho cuidado la levanté... La miré de cerca...

Lo único que no entendí era el porque Ra me había dicho en donde estaba y porqué no a Ace... pero quizás lo entendía, una de las razones era de que no podían entrar pero...sabía que había otra razón...y era obvia...si Ace la encontraba sería un ángel de nuevo y ya no podría estar con él...

Me mordí el labio inferior.

En verdad quería a aquel idiota que había puesto mi mundo patas-arriba...pero debía dársela. Yo no decido por él...y menos su futuro.

Suspiré y la cogí con cuidado. Era hora de afrontar todo aquello.

Salí rápido de aquel lugar que me ponía los pelos de punta mientras escondía la pluma con sumo cuidado de no romperla. La puerta de aquel pasadizo en cuanto llegué enfrente de ella, se abrió sola. Me sorprendí, pero no le di importancia...

Corrí hacia mi hogar, viendo como el sol estaba apunto de esconderse. Si no me daba prisa cualquier cosa podría atacarme.

A lo lejos observé mi casa pero enfrente de mí a lo lejos se encontraban Kid, Ra y...Ace. Se atoró mi respiración en mi garganta...Preguntándome en que hará en cuanto vea que tengo la pluma... ¿y si...prefiere la pluma...?

Miré con algo de terror a la pluma...aunque era una de las cosas más bellas que había visto...

Comencé a dejar de correr y me acerqué con lentitud hacia ellos...

- Encontré tu pluma... - Fue lo único que pude pronunciar cuando llegué allí con ellos, mientras miraba hacia el suelo.

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Bueno espero que os haya gustado.

Nos vemos en la próxima

Mi Mayordomo (Ace x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora