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Del café salia ese vapor caliente que tanto drogaba a las personas, era temprano en la mañana y la cafetería estaba vacía. Él en plena paz interior le echó una ojeada a sus apuntes y poso sus labios sobre la blanca porcelana para beber del oscuro líquido dulce.

La camarera, la cual estaba limpiando la barra para empezar el día, miro al chico de reojos. Se veía bastante lindo sentado junto a la ventana con el sol impactando en su cabello y volviéndolo brillante, ella sonrió como tonta y se inclino un poco en la barra.

—Oye...— Llamo al chico, él no le presto mucha atención al princio— ¿Oppa?

Él al escuchar a la chica decir eso con tanta suavidad se giro de inmediato para verla, recostada en la barra con su cabello rojizo alborotado y sus cachetes inflamados, él sonrió por lo hermosa que se veía.

—¿Que pasa?— Pregunto, sin dejar de sonreír.

— ¿Puedes dejar de pensar en Jeonghan? Sabes que me pongo celosa cuando haces eso...

Él soltó una carcajada que retumbo por las paredes de cristal de la cafetería. Ella amaba hacerle ese tipo de comentarios, y lo mas lindo era que él seguía el juego. En si, su relación de 2 meses había sido a base de bromas y cariño, eso y que él siempre le prestaba mucha atención, aunque su relación era secreta ellos frecuentaban mucho.

—Pero él es tan guapo— Suspira con dramatismo.

—Igual, de verdad me estas asfixiando, Dios—Ella  fruncio el ceño para luego levantarse y seguir con su trabajo.

Él se dio la vuelta y sonrió como tonto, de verdad ella era perfecta para él. Se habían conocido en ese mismo café hacia un año, y empezaron a tener una gran amistad, las personas empezaron a cotillear a sus espaldas debido al modo en la que se trataban, claro esta que se fueron enamorando a principios de año, y antes de darse de cuenta ya estaban en una relación la cual ellos llamaban estable.

Kim Na Hyung, estudiante de literatura y amante del arte, trabajaba en la cafetería para poder pagar su apartamento, siempre independiente y bella, su carisma era rebosante ya que siempre le gusto ayudar y valorar a las personas. Por eso Joshua se había enamorado de ella, además de su increíble voz y asombrosa fuerza bruta. La chica lo ganaba en vencidas cuando quisiera, pero a ella nunca le gusto jugar de esa manera, debido a su peso, no estaba gorda pero lograba marcar la diferencia por sus curvas, siempre la molestaron por eso.

—¿Entonces Soonyoung y Jun quieren que vayas a ese evento? — Debido al silencio de la cafetería él podría escuchar a la perfección la voz de la chica y lograba prestarle atención aunque seguía pendiente de sus apuntes— ¿De que se trata exactamente? ¿Es otro de sus alborotos o...?

—No, nada de eso— Tomo la taza de café y se levanto, mientras caminaba a la barra se tomo la ultima gota de café que quedaba — Es más personal e importante, los chicos fueron invitados para un evento de bailarines contemporáneos ¿Sabes que es lo gracioso? No estoy seguro si ellos puedan con ese género, aunque son increíbles y muy habilidosos, siempre me sorprenden.

— Minghao puede hacerlo.

—Lo se, confió en ellos, sólo espero que lo hagan bien.

—Pero ¿Que harás tu? ¿Todavía no lo entiendo?

—Ire con la guitarra, quien sabe, tal vez alguien de la industria de la música me escuche tocarla y me vuelva famoso.

Obsession → joshua » seventeen {pausada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora