Capitulo IV

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Capítulo IX

La noche con Mateo había pasado muy bien, habían ido a un antro donde consiguieron dos mujeres para pasar la noche, lo cual le encanto a Louis ya que el lo que menos quería era llegar a esa casa.

-Hazme tuya, ¡más duro!

La desquiciante voz de la puta retumbaba en cada pared de la habitación, Louis se arrepintió de haberla escogido, tenía las uñas tan largas que sin duda alguna dejarían marcas de varios días en la espalda de él. Pero no podía negar que estaba teniendo buen sexo. Junto, en el otro cuarto, se encontraba Mateo pasándola igual o mejor. Pero como todo buen momento, eso término, y como siempre no espero a que ella despertará, se puso los pantalones y salió de ahí descalzo y con su camisa al hombro, dejando una nota, siempre diciendo lo mismo..."buenos días, tuve que irme. Louis".
Para el, tener sexo era como comer o ir al baño, no sentía nada más que placer, pero pensar en ____ abajo de el, gritando por más, lo hacia querer hacer...

-¡Hey Louis! -le grito Mateo afuera del coche.

Ellos siempre hacían lo mismo, coquetear, tener sexo e irse sin dejar número ni ningún dato.

-Mateo, buenos días, ¿como amaneciste? -dijo con un toque de perversión.
-Perfecto, no quería que terminara, vamos a desayunar

Se subieron al coche y se embarcaron hacia un restaurante.

-Hay un excelente restaurante, se llama Pizza Bianco -dijo Louis sobándose el estómago.

Llegaron a Bianco y pidieron su pizza con extra queso, todo parecía ir perfecto, sexo toda la noche, desayunar con tu mejor amigo y sobre todo...PIZZA.

-Louis amigo, has pensado en dejar esa casa, por lo que veo el simple de hecho de verla ya te ves jodido

Al oír lo dio un pequeño salto sorprendido, ¿tan obvio era?

-Lo he pensado Mateo, pero el trabajo es trabajo, ya después pensare me la mudanza

Su amigo solo agacho la cabeza y murmuro algo por lo bajo.

-Hey, pero no te preocupes, todo estará bien, te lo prometo

Dijo esas palabras aún sabiendo que no eran ciertas, la tarde de ahí transcurrió tranquila, fueron al cine y a una feria que se encontraba cerca.

-Estoy rendido -dijo Mateo tumbándose en el sofá
Louis lo imitó.
-Igual yo, casi dejo mi estómago es esa montaña, y esa señora loca gritándome cosas raras
-¡Asesino! ¡Tienes que encontrarlo! -imito Mateo la voz de la señora- casi llamo a la policía
Pero Louis ya había caído rendido y solo había oído, "Asesino".

Un patio, es de día, ¿en dónde estoy? Por lo que veo es una casa muy grande, ¿Silvana? ¡Silvana! ¿Por que no puede oír me? Esta asustada, ¿sangré? ¡Demonios Silvana!
-Da...Dayana -susurro la pequeña
Y justo corriendo venía su hermana.
-¿estas bien princesa? ¿Te lastimo mucho? -la pequeña revisaba con cuidado la herida de su hermana
Trato de tocarlas, de ayudarlas, el quería protegerlas, pero el no podía, sólo podía ver.
-¿qué sucede? -pregunto
Silvana lo miro aterrada, más bien, a "eso" que se encontraba detrás de el.
-¡Ya no la lastimes por favor! -suplico Dayana abrazando a Silvana
-Pero si sólo estamos jugando
Era un hombre de unos 30 años...no....esto es un maldito fucking error, esto no podía estar ocurriendo era el, su voz inconfundible, y esa presencia pesada que siempre tuvo...

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Hola, las tenía sin capitulo:( una disculpa enorme, espero que disfruten el capitulo cada vez las enrredo más lo se jajaja, esta historia da más vueltas pero es que se me ocurre cada cosa jajajaja, espero que les haya gustado.

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