En este pequeño espacio podrás encontrar 'largas' historias sobre estos dos grandes héroes que arriesgaron su vida durante la Segunda Guerra Mundial y que siempre han luchado por la justicia y la paz.
Deja volar tu imaginación y sumérgete en un mun...
BUCKY BARNES × LECTORA # DE PALABRAS: 2,770 COMENTARIO: No debería estar acostumbrandolas a tanta actualización. ADVERTENCIA: Mención de robos. TUMBLR: viollettes
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Bucky se sentó sobre el frio suelo de cemento de una manera suave y ondeo sus dedos por los pequeños espacios que se encontraban en la jaula haciendo su mejor esfuerzo para tratar de agarrar a la perrita Pitbull que se encontraba detrás de ella.
Cuando tú le habías sugerido que fuera voluntario en un refugio para perros como parte de su terapia. Bucky al principio se quejó pero después tuvo que aceptar. La verdad era que él inicialmente no tenía ningún interés en cuidar a los perritos del refugio y solo había aceptado ir porque se lo habías pedido tú y eso te hacía sonreír y Bucky quería verte sonreír.
Pero eso cambio los primeros minutos de su primer día como voluntario en el refugio en el momento en que por segunda vez en su vida se enamoró.
A Bucky le habían dado instrucciones de revisar que todos los trastes de los perritos tuvieran agua, Bucky camino por el pasillo revisando cada uno de los trastes hasta que su mirada se encontró con la de una perrita Pitbull de ojos azules y con varias cicatrices en su rostro. Tanto el súper soldado como el canino se quedaron viendo, ambos se encontraban jadeantes y acomodaron su postura.
La Pitbull fue la primera en hacer el primer movimiento, valientemente yendo hasta donde estaba el candado que la separaba de la libertad. Sus conmovedores ojos nunca rompieron el contacto con los ojos azules de Bucky, el canino saco su hocico por uno de los espacios de la reja y lamio los dedos de Bucky lo mejor que le fue posible. Y solo con esa acción él corazón del súper soldado se derritió ante esa perrita Pitbull.
Los antiguos dueños de la perrita la llamaba rostro cicatrizado pero él comenzó a llamarla hojaldre de crema.
Cuando Bucky se enteró de que hojaldre de crema había sido rescatada de sus antiguos dueños quienes la golpeaban y la utilizaban para peleas clandestinas, tomo todo el autocontrol de Bucky el no golpear la pared que se encontraba frente a él con su brazo de metal. El haberse enterado de eso había roto su corazón, no podía creer que una criatura tan dulce y linda había sido sujeto de una vida llena de tortura y tristeza y eso hizo que él quisiera protegerla de todo y de todos.
No se necesitaba ser un genio para saber que Bucky de alguna u otra manera se veía reflejado en hojaldre de crema. Tanto el Soldado de Invierno como el Pitbull compartían un sinfín de similitudes y esa había sido una de las muchas razones por las cuales Bucky se había enamorado de ella. De contrabando Bucky le daba a la perrita premios extra y su tiempo libre lo pasaba sentado a un lado de su jaula. Bucky nunca forzó el contacto con la perrita y al principio no se mostró tan afectivo ya que lo que menos quería era hacerla sentir incomoda. Tomo un poco de tiempo el hacer que hojaldre de creme se viera completamente relajada ante la presencia de Bucky, pero pronto ambos se volvieron inseparables.
