En este pequeño espacio podrás encontrar 'largas' historias sobre estos dos grandes héroes que arriesgaron su vida durante la Segunda Guerra Mundial y que siempre han luchado por la justicia y la paz.
Deja volar tu imaginación y sumérgete en un mun...
STEVE ROGERS × LECTORA # DE PALABRAS: 2,507 ADVERTENCIA: Un poco de drama. TUMBLR: writingbarnes
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Se suponía que la misión iba a ser simple. Entrar al edificio, tomar la USB y salir sin ser vistos. Tú dejaste salir una maldición cuando los atraparon en pleno movimiento y no te quedo de otra más que comenzar a pelear. Los agentes de HYDRA eran demasiado hábiles a la hora de pelear y de matar. Una lluvia de balas fue directamente hacia a ti mientras te tirabas detrás de una pared. No fue hasta que Natasha te vio con ojos de preocupación que tú te diste cuenta de que una bala había impactado justo en tu estómago.
Presionaste la herida sobre tu estómago mientras derribabas a más agentes enemigos. Tuviste que ser más rápida de lo habitual para que lo borrosa que se encontraba tu vista no interfiriera con el trabajo que estabas haciendo lo que te provoco un terrible dolor de cabeza y que más sangre saliera de tu herida. Caminaste un par de pasos más y finalmente llegaste hasta donde se encontraba Natasha, quien después de derribar a los agentes de HYDRA que quedaba te ayudo a sostenerte de pie. Tú no tuviste que levantar la mirada para saber que Steve te estaba viendo con decepción en sus ojos y después de unos minutos todos se encontraban fuera de esa base.
Un enorme dolor recorrió todo su cuerpo y después caíste inconsciente al momento de entrar a la nave. Despertaste al día siguiente en una camilla de hospital que se encontraba dentro de la Torre Avengers. Te encontrabas fuertemente sedada y solo pudiste mover tu mano para colocarla sobre la de Steve. Te encontraste inconsciente por un momento más y no notaste cuando Steve retiro su mano de entre la tuya.
Cuando finalmente despertaste nuevamente horas después, sentiste nuevamente el dolor en tu estómago, sabías que ya no te encontrabas bajo los efectos de la morfina y de otras pastillas para el dolor. Steve se encontraba sentado a un lado de tu cama. Su expresión era seria y pudiste jurar que viste como sus ojos se encontraban llenos de furia cuando voltearon a verte.
"¿Steve?" preguntaste con voz ronca.
"¿Qué demonios estabas pensando?" él susurro con voz dura y eso provoco que tu corazón doliera un poco.
"No sabía que ellos iban a descubrir que nos encontrábamos ahí, Steve. Fue un pequeño error." Le dijiste.
"¿Un pequeño error? Casi te matan. Ellos casi logran matarte. Tú corazón se detuvo por unos segundos mientras te encontrabas en la sala de operaciones. ¿Acaso no pensaste en lo que estabas haciendo?"
"Sí pensé en lo que estaba haciendo. ¿Pero cómo se supone que iba yo a saber que ellos nos iban a rodear? Steve, no soy una maldita psíquica."
Steve se encontraba paseando de un lado hacia otro en la habitación con sus brazos cruzados sobre su pecho. Él estaba tratando con todas sus fuerzas controlar el tono de su voz. Se encontraba furioso y quería gritarte para sacar toda la ira y frustración que sentía. Tú sabías que él estaba más que enfadado, por lo que suspiraste un poco.
