En este pequeño espacio podrás encontrar 'largas' historias sobre estos dos grandes héroes que arriesgaron su vida durante la Segunda Guerra Mundial y que siempre han luchado por la justicia y la paz.
Deja volar tu imaginación y sumérgete en un mun...
STEVE ROGERS × LECTORA # DE PALABRAS: 1,958 (Súper corto, lo sé) COMENTARIO: Aunque es corto espero que les guste mucho. TUMBLR: ginatoldmeso
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Todo eso era simplemente perfecto, pensaste mientras bufabas con absoluta molestia. Pero honestamente esa era siempre la suerte que tenias. Primero que nada te habías visto envuelta en una fuerte discusión con Steve porque no habías concordado con él en su plan, debido a eso las cosas se pusieron realmente feas y ustedes tuvieron que correr a esconderse a una casa abandonada. Todo lo que podías hacer en esos momentos era mantener un perfil bajo y esperar a que los demás miembros del equipo los rescataran, algo que no iba a pasar tal vez hasta la mañana siguiente porque estaba cayendo una terrible tormenta de nieve fuera.
“Bueno, oficialmente hemos sido cubiertos por la nieve.” Steve maldijo por lo bajo a la vez que comenzaba a alejarse de la ventana por la que estaba observando. Cuando tú no le respondiste nada él volteo a verte. Tú aún te encontrabas viendo a través de la ventana con una expresión de neutralidad en tu rostro. “¿Estás bien?” Steve preguntó gentilmente. El aire fuera de la casa estaba helado pero no era nada comparado con cómo se sentía dentro de la casa. Él estaba actuando como si no hubiera pasado nada y eso honestamente te estaba volviendo loca. Si tan solo él te hubiera escuchado, entonces la misión no se hubiera visto comprometida y en ese momento ambos no se encontrarían en la situación en la que estaban.
Tus cejas se fruncieron en señal de advertencia y antes de que te dieras cuenta un fuerte bufido estaba saliendo de entre tus labios. “Estoy atrapada en una maldita cada que parece sacada de una de las más terroríficas películas de terror, mi única compañía es la persona más idiota de este mundo y ya no puedo sentir absolutamente ninguna parte de mi cuerpo, por lo que supongo que moriré de hipotermia. ¿Tú crees que estoy bien, Capitán?” Espetaste la última palabra como si fuera uno de los más horribles insultos.
Steve te quedo viendo por unos segundos y después suspiro. “Toma, ponte mi chamarra.” Él extendió su mano hacia ti para que pudieras tomar la prenda pero tú rápidamente quitaste su mano de enfrente tuyo.
“¡No quiero tu estúpida chamarra! Puedes metertela en tu trasero.” Gruñiste antes de comenzar a caminar hacia la sala de estar.
Steve permaneció parado en el mismo lugar, estaba sorprendido por tus palabras. Él sabía que tenías todo el derecho de estar enojada con él. Demonios, nadie lo odiaba más de lo que él se odiaba a sí mismo. Él los había puesto a ambos en peligro tan solo porque había sido lo suficientemente orgulloso como para confiar en tus instintos. La verdad era que, sus pensamientos y su juicio se veían usualmente afectados siempre que tú te veías envuelta en una misión con él. Había algo inocente y puro en tu forma de ser y él siempre sentía la desesperada necesidad de proteger eso. De protegerte a ti.
