Deux

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¿Que se oculta bajo las estrellas?

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Dentro de ese ambiente de paz en donde ambos se encontraban, los minutos transcurrían con tranquilidad. Ninguno de los dos tenían la necesidad de levantarse o irse pronto.

Después de ese encuentro inesperado Yoongi quiso detenerse a pensar un poco en la situación.

No iba a negar que a pesar de que se sintiera extrañamente cómodo al lado de Jimin, de alguna manera le desagradaba el hecho de una nueva persona invadiendo SU lugar.

La única cosa más valiosa y preciada que poseía.

Desde que lo había encontrado nunca tuvo compañía alguna y lo prefería así. La idea de llegar a compartirlo con alguien más no era la más grata por el momento.

No tenía la intención de sonar egoísta o algo por el estilo. Solo sentía pánico de que alguien le pudiera quitar sus momentos de privacidad y de completo silencio.

No pudo evitar dudar sobre si Jimin comprendería esa clase de situación por la que estaba pasando.

Pero existía un motivo más importante que eso y es que con el paso de los años, cada parte de aquella colina llena de vida guardó un significado que solo Yoongi podía interpretar. Uno que nadie más podría descifrar.

Yoongi amaba tanto ese lugar, que dejó una parte de él en cada rincón existente de este; desde las más bellas flores hasta la mala hierba que lo cubría.

Y sin darse cuenta logró convertirse en su nuevo refugio, en su lugar de escape a un mundo en donde podía ser tan libre como quisiese. Sin tener que aguantar el peso que la sociedad le daba.
En donde podía escapar de los problemas, las inseguridades y demás cosas que en el día se hacían presentes. Ahí no tenía la necesidad de ocultarse.

Y si una persona fuera capaz de amar a ese lugar con la misma intensidad, también estaría amando una parte de él. Su ser estaría lleno de la más inigualable y perfecta belleza nunca antes vista.

Porque en esa pequeña colina cubierta de flores nunca se sentía solo.

[...]

Pasadas ya unas horas, Yoongi seguía admirando el cielo con estrellas dejando su mente perderse entre ellas como de costumbre.

Agradeció intermante la cualidad silenciosa de Jimin, en todo ese tiempo que había estado junto a él no dijo otra palabra más que su propio nombre.

Aunque tal vez solo era tímido y ya.

Todo estaba tan callado que el ambiente comenzaba a sentirse extraño.

A medida que pasaba más tiempo con él, la curiosidad se iba incrementando hasta tal punto de tener el más mínimo interés de llegar a conocerlo un poco.

Decidió examinar su personalidad, aunque para eso debía tratar de entablar una conversación antes.
Cuando volteó a verlo, se dió cuenta de que Jimin no dejaba de mirarlo cada tres segundos tratando de pasar "desapercibido" , claramente esa acción no era nada discreta para Yoongi.

Aunque siendo sinceros, el hecho de ser observado por Jimin no lo hacía sentir incómodo, ni mucho menos fastidiado como creyó que iba a pasar.

....

Acompañados por el sonido del movimiento de las hojas al ritmo de la tenue brisa del momento, Yoongi se armó de valor y se acercó más a Jimin.

Este lucía incómodo ya que no estaba acostumbrado a que alguien invadiera su espacio personal de esa manera. Pero a medida que Yoongi iba contándole sus miles de anécdotas sobre el lugar en donde estaban sentados, Jimin comenzó a entrar en confianza con él uniéndose a la conversación.

Ese día ambos descubrieron un nuevo sitio en el cual podían olvidarse de absolutamente todo a lo que estaban acostumbrados soportar. Simplemente dejar de pensar en las malas experiencias y centrarse en el otro lado de la vida.
Aunque sea sólo por una noche.

De pronto aquella colina dejó de ser una silenciosa. El sonido de sus risas se combinaban a la perfección dejando un rastro de sentimientos que nunca antes habían experimentado.

[...]

Las horas seguían pasando a una velocidad inigualable, ni siquiera se percataron de las estrellas que ya habían desparecido dándole paso a un lindo amanecer.

Yoongi sonrió al tener el privilegio de poder apreciar ese tipo de vista. Quería que Jimin la admirara también pero al momento de querer llamar su atención, vio que este se había quedado dormido a su lado.

En ese instante, y después de oír todo lo que Jimin dijo aquella noche, supo que tendría que acostumbrase a aceptar que ya no estaba solo. Y que probablemente ya no lo estaría.

Porque si ese lugar podía convertirse en el refugio de alguien más, no tendría problema en compartirlo.

Aunque a Yoongi ni se le pasaba por la cabeza el hecho de que Jimin tuviera siquiera un sólo problema. Con tan solo observarlo al dormir se podía notar la paz que transmitía, tan feliz y calmado. Era algo inexplicable como lo parecía ser todo en él.

Definitivamente quería conocer a el chico de su costado. Habían muchas cosas pendientes sobre que hablar, aún si la mayoría quedaban en el olvido.

Pero lo que nunca olvidaría, es que esa noche ambos realizaron su primer juramento a las estrellas.

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