SEIS AÑOS DESPUÉS
•NIAH•
-¡Es que no lo entiendo! ¿Por qué me dijo eso?
-Bueno... Quizás solo...
-¡No! Odio a los hombres.
-Sí, seguro... –Murmuré por lo bajo riendo.
-¡En serio! –Gritó haciendo saltar a Sally. –Hubiera sido mucho mejor un amigo de tu buenorro. ¿A que si, corazón? Papi es un...
-¡Mia! No le digas esas cosas a la niña. –Dije quitándole a mi ahijada de los brazos. –Tu madre es una insensata, cariño...
Sally era la adorable hija de nueve meses de Mía. Se había quedado embarazada sin previo aviso y por nada del mundo la habría dejado que abortara.
-¡Soy un desastre! No, no, ¡él es el desastre!
-Deja de gritar ya, Mía.
-Oh, joder. –Dijo de repente mirando su reloj de pulsera.
–Mira que tarde es ya y yo todavía aquí. Lo siento, Niah.-No importa. Le diré a Taylor que las lleve a casa.
-Seria un gran favor. –Le sonreí devolviéndole a la niña.
-¡Misha! ¡Cariño, ven a despedir a la tía Mia!
-¿Ya? –Preguntó el niño caminando hacia nosotras. –¡Aún no he terminado mi dibujo para Sally!
-En otra ocasión se lo das.
–Sonreí para verlo fruncir el ceño enfadado.-¡Claro, bello! La próxima vez irás tú con mamá a mi casa ¿si?
-Vale... –Murmuró con la boca pequeña.
Después de despedirlas en la puerta y de ver como el coche de Tayler salía de la casa, cerré la puerta para darle la mano a mi hijo.
-Ya es hora de dormir, pequeño.
-¿Y papá cuando va a venir?
–Preguntó metiéndose bajo las sábanas.-No lo sé, Mish. Supongo que pronto...
-¡Dijo que hoy iba a contarme una super historia!
-Bueno... Quizás tenga que contartela mañana. ¿Quiéres que yo te lea un cuento?
-¡Vale! –Asentí para coger un libro de la estantería y comenzar a leerlo.
Misha era la segunda mejor cosa que tenia en la vida.
Me había enterado de su existencia poco después de la ceremonia de unión y había sido una de las noticias que más feliz me habían hecho. Tanto, que no me había importado aparcar mis estudios a un lado para estar pendiente todo el tiempo de él.
-Oye, no muerdas eso. –Soltó el cacho de tela para girarse hacia mi y cerrar los ojos. –¿Ya vas a dormir?
-Sí...
-Pues buenas noches, corazón. –Besé su frente para colocar el libro en la estantería y dirigirme hacia la puerta.
-Mami...
-¿Si?
-¿Puedo dejar la luz de la mesilla encendida?
-Claro.
ESTÁS LEYENDO
Small Mate
Werewolf-Tenemos que hablar, princesa... -¿Qué pasa, papi? -¿Qué opinas de Donnovan Mcgregor? -¿El señor que aparece en mis sueños? -Asintió seriamente. -¿Por qué? -Debes irte a vivir con él. °°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°° ¡Segunda parte d...