-¿Mmm?
-Buenos días. –Seguí sonriendo placenteramente al seguir sintiendo sus labios sobre mi piel. –Que dormilona eres...
-¿Yo? Solo quiero seguir sintiendo esos suaves labios sobre mi...
-¿Ah? –Abrí los ojos para encontrarlo mirándome con una ceja alzada.
-¿Qué? De vez en cuando también necesito mis mimos.
-Y a mi me encanta dártelos.
–Sonrió traviesamente antes de que sus ojos se cambiaran de color a ese rojo rubí que tanto me gustaba.-Te quiero, lo sabes ¿verdad?
-Por supuesto. Y tú sabes que yo te quiero más ¿verdad?
-Mmm... Déjame pensarlo.
–Sonreí llevándome una mano a la barbilla pensativa. –Quizás lo sepa desde... ¿los cinco años?-¿Eso crees? –Asentí.
-Me criaste como si fuera tu hija, Donn.
-Pero era obvio que no lo eras.
-Tampoco te miraba como tal...
-¿Y como me mirabas? –Me encogí de hombros esquivando su mirada antes de que él agarrara mi cara impidiéndomelo. –Niah.
-No lo sé, Donn...
-Claro que lo sabes. –Me mordí el labio inferior nerviosa. –Solo que no quieres admitirlo.
-Puede que si... Creo que desde muy pequeña sentía algo hacia ti que no descubrí o no quise admitir hasta los trece años...
-¿Lo recuerdas?
-Claro. Nunca te lo dije, pero hice eso gracias a Roy.
-¿El hijo de los Daxons? –Asentí mientras que él fruncia el ceño.
-Sí... Quiso besarme y yo...
-¿Qué quiso qué? ¡¿Por qué nunca me dijiste?!
-No fue importante, Donn. O sí... Ya te dije que gracias a eso descubrí mis verdaderos sentimientos por ti.
-Voy a matarlo.
-Que dices. –Reí dándole la vuelta para sentarme sobre él.
-Con razón nunca más quisiste jugar con él...
-Teniendote a ti no me hacia falta ningún otro. –Sonrió orgullosamente antes de llevar las manos a mi culo y apretarlo.
-Eso me gustó más. –Ahora la que sonrió fui yo antes de que la puerta de la habitación se abriera de golpe.
-¿Mami? Quiero desayunar.
-Ven aquí, enano. –Donnovan se incorporó para sentarse aún conmigo encima mientras que Misha se sentaba a nuestro lado.
-¿Por qué estás despierto tan temprano? –Pregunté al darme cuenta de que solo eran las ocho y media de la mañana.
-Tengo ganas de comer... ¿Puedo comer zumo de naranja?
-El zumo no se come, Mish.
-¡Pero se bebe! –Ambos reímos antes de que me sentara en la cama para que Donn se levantara.
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Small Mate
Hombres Lobo-Tenemos que hablar, princesa... -¿Qué pasa, papi? -¿Qué opinas de Donnovan Mcgregor? -¿El señor que aparece en mis sueños? -Asintió seriamente. -¿Por qué? -Debes irte a vivir con él. °°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°° ¡Segunda parte d...