-Tenemos que hablar, princesa...
-¿Qué pasa, papi?
-¿Qué opinas de Donnovan Mcgregor?
-¿El señor que aparece en mis sueños? -Asintió seriamente. -¿Por qué?
-Debes irte a vivir con él.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
¡Segunda parte d...
-Claro, abuelo. –Dije mirándome por última vez en el espejo para sonreír.
Hoy era mi gran día, el día en el que Donnovan y yo por fin estaríamos conectados para siempre.
-¿Estás nerviosa?
-Un poco... –Murmuré a la vez que me agarraba de las manos para sentarnos en la cama. –¿Qué pasa?
-Me gustaría contarte algo que pasó hace muchos años, Niah. Incluso antes de tú nacer. –Asentí para que continuara. –Quiero que sepas que llevo arrepintiéndome mucho desde ese día ¿si? Tú padre no se merecía nada de esto por mi culpa, pero ahora te veo tan feliz...
-No entiendo...
-Debía una deuda muy gorda y no tenía el suficiente dinero para saudarla. En ese momento, decidí que lo mejor era pedirle ayuda al Alpha de la manada vecina. ¿Qué podía perder? Después de todo, le devolvería ese dinero en cuanto lo tuviera. –Suspiró. –Pasaron los meses y con ellos la fecha límite de ese préstamo, Niah. No podía devolver a Mcgregor todo ese dinero y...
-¿Mcgregor? ¿Fue Donnovan el que te dejó ese dinero? –Asintió.
-Un día llegó a mi casa en busca de él y al ver que aún yo no lo tenía me dió dos opciones. La primera, devolverle ese dinero más la mitad de mi manada...
-¿Y la segunda?
-Tú. –Dijo dejándome totalmente sorprendida. –Se enteró de que tú madre era humana y que su primer hijo era una niña. Al principio dudé, pero por mi cobardía, terminé cediendo...
-Eso es horrible.
-Lo es, pero después de todo, tú ibas a ser su mate...
-¡Y con más razón! ¡Nuestras almas ya estaban relacionadas! Íbamos a encontrarnos en algún momento de nuestras vidas...
-Lo siento, Niah. Pero debes de comprender que no podía dejar a mi manada en manos de nadie y menos de él. Esa manada que mi familia ha construido y cuidado de generación en generación.
-¡Que me dejes sola! –Grité dándome la vuelta para que no me viera llorar.
¿Pero como fue capaz de hacer algo así? ¡Me entregó como si yo fuera un objeto cualquiera! ¿Y Donnovan? ¿Cómo pudo hacer algo así? Destrozarle la vida a una familia que no tenían nada que ver con los negocios de mi abuelo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Señora Niah? La ceremonia está a punto de comenzar.
Y así, era como habían arruinado el día que se suponía que sería el más feliz de mi vida.
