Antes de empezar, me gustaría aclarar unos puntos: 1. Me está faltando la creatividad últimamente, así que mientras escribía la historia de Mary se me ocurrió esto.
2. Si no han leído The Little Beatle y Paris Lennon-McCartney, ni le busquen, no le van a entender a esto.
3. Respecto a la historia anterior, donde se molestaron por la facilidad con la que Paul perdonó a John, tengo que recordarles que el punto de este libro es hacer que tengan sexo. No podía poner a Paul de dramaqueen porque eso solo sería aplazar lo inevitable, por ende, debía de perdonar a John rápido.
Eso es todo. Disfruten.
---------------------
—¡Paris!
Puede que debajo de la máscara de familia perfecta, uno creyera que la familia Lennon-McCartney era una familia distinta al resto, sin preocupaciones o peleas internas, pero los vecinos de esa familia parecían ser los únicos en saber que eso no era del todo cierto.
Era cierto que eran bastante armoniosos y cariñosos entre ellos, pero eso era tan cierto como que cada tres días un grito, idéntico al que acababa de alarmar a todos los vecinos, salía por las ventanas de la casa.
—¡Paul! ¡Ven a ver lo que hizo tu hijo! —John había despertado un poco más temprano de lo usual, después de una terrible pesadilla que había sido ocasionada por la estúpida manía de Paul de apagar las luces una vez que John dormía.
John detestaba la oscuridad casi tanto como Paul detestaba dormir con la luz encendida.
Paul bajó corriendo por las escaleras, amarrándose su bata para ocultar que solo había dormido en calzoncillos. Llegó corriendo a la cocina, alarmado por el grito de John, donde vio a Paris aterrorizado y a John apunto de castigarlo por el desastre que había.
Todas las paredes estaban pintadas con inconfundibles crayones azules y verdes, y conforme la vista de Paul inspeccionaba todo, descubrió que no solo eran las paredes, sino también el refrigerador, la estufa, la pequeña televisión de la cocina y algunos platos.
John tomó a Paris del brazo y lo obligó a ponerse de pie.
—¡Mira lo que hiciste, Paris! ¡¿Por qué pintaste toda la cocina?! —Paris miró a su papá directamente a los ojos antes de que su labio comenzara a temblar y se pusiera a llorar escandalosamente.
—¡John! —se quejó Paul, tomando a su hijo entre brazos, deteniendo inmediatamente el llanto. —Paris no quería hacerlo —se excusó Paul rápidamente, elevando a Paris del piso. Paris enrolló sus piernas en la cintura de su papá y se refugió en él, intentando eludir la furia de John.
—¡¿Cómo crees que no querría hacerlo?! ¡Nadie lo obligó! —se quejó John.
—¡Es un niño, John!
—¡Esa no es excusa! ¡Ve como dejó toda la cocina!
—¡Tiene solución! No le grites a Paris.
Paris ya ni siquiera lloraba, solo estaba sujeto con toda su fuerza a su papá Paul, con la cabeza hundida en su cuello, escuchando atentamente para saber el momento en el que pudiera salir corriendo de su papá y salvarse del castigo. Ya bastante malo era que Julian estuviera con su madre y él estuviera muy aburrido en casa como para agregarle a eso un horrible castigo.
YOU ARE READING
Treinta noches con John. [McLennon]
Fiksi PenggemarTreinta noches, treinta relatos sexuales. No apto para menores de 18 años. Sé que igual lo van a leer, pero yo ya hice mi trabajo.