Día 3 - Dos conos de vainilla

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La fuerza se me escapa de los brazos. Mi brazo izquierdo esta muy lastimado, y el derecho se me cansa con mucha rapidez. Hoy será el último día en el que escriba. Cuando termine, lo dejare en un sobre, y cuando llegue la hora de partir, se lo entregare para que lo tenga el.

Todavía recuerdo como si fuera ayer cuando me pidió que fuera su novia. Ya iban unos tres años que vivía con nosotros. Todos los días la misma rutina. Levantarme, llamarlo a que despierte, bañarme, vestirme, desayunar e ir a la escuela.

Un viernes por la mañana me invito a salir

-Vamos princesa- mama todavía me llamaba como si tuviera ocho años –ve y levántalo, así se preparan o llegaran tarde

-Ya voy, ya voy- empiezo la carrera dos escaleras hacia abajo, la del segundo piso al primero y la de este al sótano –por que papa no lo dejo quedarse en la habitación de huéspedes?

-Vienes haciendo esa pregunta desde hace dos años. Deberías darle gracias a tu padre que lo dejo quedarse en primer lugar- contesta mama desde la cocina

-Eso ya lo hace el todos los días cuando papa llega de trabajar- respondo en tono de broma

-Apúrate que llegaran tarde y todavía debes bañarte

-Si, si. Ya voy.

El sótano es algo grande, por eso papa y el pusieron toda la chatarra que había en el en una esquina y colocaron un panel de madera con una puerta. No era lo mejor del mundo pero el se veía realmente feliz.

*golpea la puerta*

-Puedo pasar?

-...- no hay respuesta

-Con tu permiso- digo y entro –Otra vez...

Estaba recostado en el escritorio, con un lápiz cerca de la cara y una pila de unas cuarenta hojas cerca de el. Era un gran escritor, era uno de los pocos pasatiempos que sabia que tenia

-Vamos, despierta- lo pico en la cara con mi dedo –llegaremos tarde y todavía te tienes que bañar

-Ehh?- se notaba sorprendido y con sueño –Buenos días- me dice cuando nota mi presencia

-Buenos días. Apresúrate, salgo del baño y entras tú.

-Quisieras salir a tomar un helado el sábado?- si había algo que me gustaba de el era que era muy directo para decir las cosas

-Eh?- pero esto me tomo por sorpresa

-Olvídalo por favor. Vamos que sino perderemos el tren- seguía igual de frío que antes

Mama le pregunto por que se veía tan mal, a lo que el no respondió nada

-Volvió a quedarse dormido escribiendo- le contesto en su lugar

-En ese caso, ve a bañarte primero, ella ira después. Además tú te bañas rápido

El solo asintió con la cabeza y se fue al baño

-Mama- no sabia con quien hablarlo así que lo hable con la única persona que podía

-Que pasa mi princesa?- me dice mientras pone los platos en la mesa

-El me invito a salir el sábado. Que hago?- me acurruco en mis brazos sobre la mesa

-Es un asunto algo delicado- dice ella mientras se sienta a mi lado –Tu que opinas?- me pregunta

-No lo se, por eso te estoy preguntando- pareciera que estuviese jugando bromas conmigo

-Si tu misma no lo sabes, entonces tienes un problema, y no hay nada que yo pueda hacer

Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora