Volví a fallar. Pero esta vez no fue a sus padres, sino a ella, lo que me hace sentir mas miserable.
Hace cuatro días, ella me pidió para salir a dar un último paseo, y yo le prometí que lo haríamos. Llame al hospital para pedir una silla de ruedas, ya que debido a su estado, estar de pie era imposible. Su medico de cabecera, el cual me dio su numero para emergencias, me dijo que tomaría un par de días revisar y hacer el papeleo.
Nunca volvieron a llamar.
Pasaron los siguientes días sin mucho que remarcar, hasta ayer, cuando se suponía tendríamos una respuesta que nunca llegaría. Al llegar la hora de dormir, ella solo me abrazo y lloro. Lloro en silencio un largo rato hasta que empezó a sentir dolor de nuevo y sola me pidió sus calmantes.
Durante esos tres días, sus heridas solo crecieron, avanzando hacia su cuello y sobre su ojo izquierdo. Empezaba a ver como desaparecía la carne de sus piernas y brazo izquierdo. Era cuestión de tiempo antes de que les pasara lo mismo que a sus dedos.
La mire a los ojos y le prometí que la llevaría a un ultimo paseo. Siento que le mentí burdamente, burlándome de ella. Sentí ganas de llamar a aquel patético ser que se hace llamar medico y maldecirlo hasta que se me seque la lengua, pero necesito que me haga un ultimo favor, por lo que me contuve.
Hoy me levante temprano como de costumbre y prepare el desayuno para ambos. Cuando entro a la habitación, ella ya estaba despierta.
-Buenos días- trate de decirlo con mi mejor animo pero llevo varios días durmiendo apenas lo que me dejan aquellas pastillas
-Buenos días- me responde ella tratando de ocultar una mueca de dolor
-No te contengas- le digo dándole su taza –si te duele necesito que me lo hagas saber, así puedo aumentar o cambiar tus calmantes
-Disculpa- me dice liberándose y dejando salir afuera el dolor que escondía –anoche no dormí muy bien por el dolor
-Y por que no me dijiste nada?- le pregunto preocupado
-No quería que te preocuparas- me dice mientras hace un gran esfuerzo para levantar su taza –creí que podría soportarlo
-Esta claro que no puedes, no importa lo fuerte que eres. Me los dieron para que los use contigo, así que si te duele solo dímelo y cambiaremos la medicación
-Esta bien- me dijo mientras me devolvía la taza
El resto del día transcurrió con tranquilidad dentro de lo que cabe, hasta que llego la hora de dormir. Ella estaba hablando con migo y en cierto momento no la escuche mas, mi cara según ella era de preocupación
-Sigues pensando en eso?- me pregunta mientras se prepara para dormir
-Sobre que?- me sobresalto un poco, dado que no estaba prestando atención
-Sobre lo que paso ayer con la silla
En cuanto lo menciono solo empecé a llorar por el odio que me provoco el no recibir respuesta, ni si quiera un "no chico, no hay nada" o algo por el estilo, pero mientras maldecía a aquel bastardo, note que ella se estaba tomando el brazo izquierdo, mientras se encogía en una mueca de dolor increíble
-Que sucede?- me levanto de mi silla y me acerco a ella
-Duele! Duele mucho!- gritaba mientras se encogía del dolor –Necesito calmantes mas fuertes por favor!- me gritaba con desesperación en los ojos
Salí corriendo a la cocina a buscar la medicina que estaba en el refrigerador, dado que no eran pastillas, sino ampollas de líquido, necesitaban frío constantemente
-A ver, abre la boca- le digo mientras abro la ampolla
-Ahhhhhh- abre la boca y dejo ir el liquido al fondo de su garganta –Sabe horrible!- me grita mientras se atraganta con el calmante, casi vomitando
-Ya esta. Ahora descansa por favor- la beso en la frente y la acomodo para dormir –como te sientes ahora?- le pregunto por el calmante
-Esta empezando a bajar el dolor y a subir el sueño- dice intentando hacer una broma –Hasta mañana- al decir esto cae profundamente dormida
Arrime mi silla a los pies de la cama y me apoye en esta para verla dormir
-Descansa,descansa. Pronto iremos a caminar durante toda la eternidad.
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Amor Verdadero
Fiksi PenggemarUna joven afectada por una extraña enfermedad en la que su cuerpo muere lentamente. Su novio la acompañara durante el viaje desde el diagnostico hasta el final, sin poder hacer nada mas que darle medicamentos para evitar que sufra. Juntos recordaran...