Un Cuento de Pesadillas (Finalizada)

SER UN SÓLO SER

Tener a un chico por novio era toda una aventura para Deuz que había permanecido enamorado de su heterosexualidad los dieciséis años de su vida, pero sinceramente no le veía realmente diferencia el salir con un chico a salir con una chica, sobretodo si su novio completamente homosexual era tan afeminado que incluso le recordaba a una chica más, Félix era casi todo lo que recordaba de Mangle en aspectos como el gusto por ir de compras, el cómo se comunicaba con las chicas como una más, y de eso estaba consciente desde que supo que era otro amigo de Queen y en una que otra ocasión los veía siendo como hermanas, eso le molestaba? Para nada, se ha sabido acostumbrar desde la primer semana que asimiló estar verdaderamente enamorado de este chico tan único en su vida aunque bien no lo podría ser dentro del mundo de los gay.

Es más se podría decir que realmente estaba disfrutando ser el novio de un chico, a estas alturas realmente no podía entender los prejuicios de la sociedad en contra de la gente que sabe amar libremente como lo hace Félix, salir con un chico siendo un chico, verdaderamente era genial y tampoco se sentía como algo "antinatural" como muchos puritanos lo describen, todo lo contrario, era como salir con tu mejor amigo, claro, le constaba que lo decían porque un hombre no puede esperar un bebé de otro hombre así como una mujer no podría esperar un bebé de otra mujer, pero sin dudas, las parejas homosexuales son perfectas para aquellos bebés que fueron abandonados por sus irresponsables padres heterosexuales, sólo bastaba con ver a Bon y a Bonnie con la bebé que él mismo les entregó días antes de salir con Félix, ya se arrepentía de la decisión que había tomado, él y Félix pudieron ser los padres perfectos para Raven pero ya no había remedio, ahora era momento de centrarse en otras cosas, estudiar como un chico de su edad y destacar en la vida como un nuevo sobreviviente de las calles, y tenía la suerte de que su novio ya era un alumno casi tan prometedor como Queen para que sea su tutor cada que lo necesite para alguna interrogante de lo que no entendió en la escuela, y ahora que estaban de vacaciones de verano era el momento perfecto para dedicarse dos o tres tardes a la semana para dedicarse a sus estudios y de paso buscar algún empleo de medio tiempo para conseguir dinero y poder comprarle un regalo a Félix en vista de que su cumpleaños estaba a poco más de un mes ya que no le podía comprar un regalo por su cuarto mes de aniversario como novios, podría no tener algo para regalarle pero nunca olvidaría aquel día dieciocho en que empezaron su relación, qué golpes tan bárbaros fueron los que recibió por parte del más alto, pero eso fue un merecido karma en vista de los eventos previos a dicho castigo, pero lo importante era que estaban juntos y nada los iba a separar, ni siquiera las sombras que le persiguen en los callejones a los que ha sobrevivido desde que era un niño.

Hoy, aparte de que era su aniversario, era uno de esos días en los que había acordado estudiar con Félix así que por ello Félix tampoco le iba a atormentar por no haber planeado algo para éste día que debería de ser tan especial. Pero en efecto, tenía algo en mente para volver verdaderamente especial la noche después de estudiar como loco para volver a enloquecer la noche ¡Benditas las relaciones homosexuales que realmente son la respuesta a los problemas de sobre población!

Durante el rato de estudio que compartía con Félix en la sala de la casa de éste último, Deuz no pudo estar más agradecido de que sus suegros, no estuvieran en casa sino hasta el próximo fin de semana. Pero debía de ser completamente astuto y sutil para lograr su cometido ésta noche de aniversario, sin embargo, todo dependía de lo que Félix quiera al último momento, no lo forzaría a hacer algo de lo que no esté seguro, lo cual, conociéndolo realmente sería poco probable.

Lo primero en su plan era tentar la situación, a lo cual, derramó "accidentalmente" su soda sobre el pantalón de Félix, el cual de milagro ya era de color oscuro.

     - ¡Ay mi Dulzura, con más cuidado! – Se sobresaltó Félix comenzando a frotar servilletas en la zona manchada.

     - ¡Ah! L-lo siento, deja que te ayude con eso. – Fingió pena pies resultó su idea principal para comenzar a manocearlo y así exitarlo. O bueno, realmente no...