Un Cuento de Pesadillas (Finalizada)

EL ÁRBOL DE CEREZAS

No me ves y estoy justo a tu lado ¿¡Por qué no me haces caso!? ¡Sí me tienes llorando por ti! Ah... Es cierto... Nadie puede verme...

Pero nunca me fuí, sigo aquí, los veo a todos, todos me extrañan y piensan en mí, quisiera decir que también los extraño pero estoy con ellos cada que tú estás con alguno, por que a tí no te dejaré jamás, voy a permanecer a tu lado hasta al final, más ahora que te veo sufrir y quiero protegerte del dolor.

Perdóname...

No estarías así de no haberme conocido, si nunca hubiésemos tenido lo que fuimos, no me llorarías ahora, y yo no haría llover por el sentimiento compartido. Todos tus días son grises gracias a mis sentimientos que sufren contigo. Ya no sales con nadie, no escribes ninguna canción, ni siquiera buscas el consuelo con alguien más.

Me fuí, y dejé mi misión atrás, por eso sigo existiendo para cumplir la misión de ser tu ángel guardián, no quieres hablar con nadie, no haces nada de provecho con tu vida excepto sobrevivir en las calles aún, no debería de ser así; te presentaría a alguien que sanaría las heridas de tu pasado y te devolvería el amor que te arrebató un cobarde holgazán, volverías a nacer, cómo se supone lo debería de hacer yo, pero no puedo, no puedo sabiendo que estás sufriendo, no me puedo ir hasta ver que harás tu vida sin más dolor: quiero ver que conozcas a alguien nueva, que llené tu corazón no por recordarte a mí, por ser ella misma, quiero que te devuelva la sonrisa, quiero cuidar a tu familia y ver que llames a tu primer hijo como a mí, así seré tu más bello recuerdo, quiero que sigas adelante aún cuando yo te siga amando, éste sentir no murió conmigo y creo que lo puedes sentir.

Los años y las décadas pasan, tú sigues sin verme, sigues sin reír, ya ni siquiera cantas para llenar el vacío, pero tus amigos siguen ahí para animarte, para recordarte que no estás solo, que tienes mi amor contigo, que soy parte de tí ahora, y es verdad.

Todos los años, vas al mismo lugar, una vez al mes por cuatro meses, y dos días después, vienes también en mi cumpleaños y siempre me hablas de lo que yo veo que vives, pero no me aburre, estar en éste lugar tan triste irónicamente te hace sonreír aunque sea un poco, por que de nuevo estamos juntos, yo... Quiero ver que sonrías así todo el tiempo y en cualquier lugar...

Ya eres más viejo, tu cabello tiene canas, yo sigo joven y no puedo ir a la moda, es horrible ver el paso del tiempo y no ir acorde con él, pero todavía estoy contigo, y eso me es suficiente.

Vas de nuevo a ese lugar, donde mi cuerpo ya es un montón de polvo, tienes las flores que tanto me gustan, y hoy no resistes romper en llanto sobre mi lápida, intento consolarte pero no puedo abrazarte, no puedes oírme y no puedo secar tus lágrimas, pero hay más que me inquieta, éste sentimiento de dolor y miedo que me invade cada que ocurre una desgracia.

Pero no hay autos, ningún animal venenoso, sólo estamos los dos y...

No...

¡Por favor no!

Es ella...

Quien liberó mi alma para que mi cuerpo esté vacío y enterrado, quien quiso llevarme a mi nuevo cuerpo pero le supliqué me dejara permanecer en éste plano.

Quien nos separó...

Le hago frente sin que te enteres de nada y sigas llorando, pero sin herirme, me hizo a un lado, me dijo que es el momento para ambos, que no te mereces seguir sufriendo.

Yo, quiero que vivas un siglo, quiero verte en un hogar feliz, pero entiendo que no hay remedio, que no saldrás adelante sino vuelves a nacer, que lo que vives no es una vida sino un tormento... Y yo ya no puedo permitir que sufras, prometí protegerte, pero hay heridas de las que no te puedo sanar, que sino me ves no puedo curarte. Esto es lo mejor, no quiero que mueras sólo, quiero que la gente te rodee, pero será peor, ya debes irte, no lo quiero ver, de igual manera no lo tengo permitido, debo ir a mi nueva vida, debo ir al cuerpo de un feto recién concebido y espero que tú y yo, podamos estar juntos, sea como sea, que nuestro amor supere nuestras partidas y podamos ser lo que ya no fuimos en ésta vida.