MI DEUDA

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     - ¿Y a qué ha venido una niña tan linda como tú a estas calles tan peligrosas? – Se reía el más bajo del grupo.

     - Antes que nada quisiera presentarme, me llamo Queen, y a lo que he venido, bueno; quiero pelear con ustedes cuatro.

     - ¿¡Perdón!? – Se desentendieron todos.

     - Lo que oyeron. Frederick, Phannie, Nick y Louie, el grupo de los Phantom, he escuchado que son de los más fuertes de estos barrios y he querido poner eso a prueba desde hace un tiempo. – Explicó ella para demostrar la determinación de sus palabras.

     - Ohh~ claro que lo harás y cuando terminemos vas a desear nunca habernos conocido. – Y sin esperar una nueva respuesta, le dio un poderoso puñetazo en la mejilla, tan fuerte que la empujó a su derecha un par de pasos torpes.

Los otros tres miembros del grupo no lo pensaron dos veces o mejor dicho, no lo resistieron más, esa chica era tan linda que se merecían tenerla de premio, sobre todo con esa determinación que ella presentó al darle un mejor golpe a su jefe, era tan deliciosamente interesante que no se quedarían con las ganas de exprimir ese valor para volverla una sumisa de sus deseos.

Dos horas y el enfrentamiento entre cuatro contra una fue más parejo de lo que los Phantom se habían esperado; según parece, Queen era más fuerte de lo que su complexión delgada daba a entender, pero eso no la salvaba de recibir más golpes por estar ella sola, sus reflejos eran admirables, pero su alargada trenza era una desventaja no muy favorable para ella, pues uno o dos la aprovechaban para inmovilizarla mientras otro le obsequiaba golpes en el abdomen pero Queen no desistía ni por un segundo; cada vez que se escapaba de una buena ronda de golpes, sabía aprovechar al primer chico que se le ponía nuevamente en frente para escudarse con él, tirarlo sobre el que le haya querido tirar un golpe, y cada uno se llevó sus moretones a la cara:

Hasta que Phannie, harta de lo mucho que duró la pelea, decidió quebrar el brazo de Queen desde el hombro.

     - ¡¡AAARRGGHHH!! – Exclamó la castaña al momento de ser fracturada, dejándose caer a causa del dolor sobre las rodillas, sujetando con firmeza su hombro derecho.

     - Creo que eso es más que suficiente para que aprendas la lección. – Sentenció Phannie limpiándose sus labios ensangrentados.

Queen jadeaba punzando de dolor en su ojo izquierdo y demás partes del cuerpo afectadas por los golpes recibidos.

     - Ahora deberías de saber que nosotros siempre reclamamos un premio por cada deliciosa victoria, nena~ – Decía Nick queriendo acariciarla, pero Queen se defendió del contacto aprovechado retirando la mano con un golpe bruto.

Incapaz de aceptar la derrota, buscó las fuerzas para volver a ponerse de pie:

     - Aún... no he... terminado... – Y con todas las fuerzas de su cuerpo, le otorgó en la quijada un golpe peor que a Frederick, le botó un diente y la gorra.

     - ¡¡Ya me tienes harto, maldita mocosa!! – Y Nick le atinó un poderoso golpe bajo las costillas que casi la sacó volando, pero sólo la elevó cinco centímetros, rompiendo una costilla y ésta le perforó el pulmón izquierdo.

El golpe permaneció impregnado en el abdomen de la menor, quien perdía la vida en su mirada, y sangre por la boca.

     - Creo que ahora sí fue suficiente... – Lo decidió Frederick deleitándose con la vista.

El más grande la dejó caer al suelo y los cuatro se reían de sólo imaginarse todas las fantasías que podrían cumplir con ese cuerpo tan bonito, incluso Phannie estaba dispuesta a experimentar su verdadera naturaleza sólo para hacer sufrir a la perdedora que yacía bajo sus pies.

Un Cuento de Pesadillas (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora