Tu Fin (Erwin X Levi) Yaoi

Parte 1

Estábamos llegando de una misión fuera de los muros. Resultó fallida, por cierto... Habíamos perdido a bastantes hombres, pero al menos las bajas no fueron escandalosas. Por suerte o por desgracia, no sabría decirlo exactamente, la mayor parte de los integrantes del equipo de exploración eramos veteranos. Bueno, ellos mejor dicho, ya que yo llevaba realmente poco tiempo.

Por decir, llevaría aproximadamente solo medio año. Obviamente me uní a los soldados de exploración con un único objetivo. Y ya se iba a cumplir.

Llevaba demasiado tiempo esperando. Poco a poco. Siempre me repetía una y otra vez en mi cabeza "todo esfuerzo tiene su recompensa". Y así me mentalicé para aguantar.

Me había enfrentado a muchísimos titanes en innumerables ocasiones. Arriesgando mi vida y salvando la de mis compañeros. Enterré a demasiados de ellos, quizás. Al menos el escuadrón que me asignaron estaban con vida. Petra Ral, Erd Gin, Gunter Shulz, y Auruo Brossard. Todos y cada uno de ellos eran MIS soldados. Me seguían hasta la muerte si era necesario, incluso de forma ciega.

Que confortación, pero que pena a la vez, porque ellos realmente no tienen ni idea de nada.

Cuando todo acabase no sabía exactamente que hacer, pero supongo que cogería las riendas de la situación, y confiaría mi alma a mi escuadrón. En todo este tiempo no he podido centrarme en los que me seguían sin importar nada más. Era una deuda que tenía que pagar. Pero ya estaba cerca, el fin de todo.

-Capitán.- Llamó Petra mi atención, sacándome de mis pensamientos.- ¿Se encuentra bien?.- Me preguntó, poniendo su típica cara de preocupación cuando veía que algo no iba sobre ruedas.

-Claro que sí Petra, no tienes de qué preocuparte. Céntrate en ayudar a los heridos y en su transporte.- Respondí, manteniendo la vista fija al frente.

Ya habíamos traspasado los muros, volviendo a casa. Estábamos a salvo, pero no todos por desgracia, ya que algunos necesitaban atención médica urgente.

Había muchos carros arrastrados por caballos que en su interior se encontraban compañeros mal heridos, siendo conducidos por nuestros camaradas. Los últimos carros... cargaban a los muertos que conseguimos salvar. Tal vez no pudimos salvar su vidas, ni sus almas, pero descansarían en paz donde sus familias quisieran darles entierro. No todas tenían la suerte de recibir a sus familiares fallecidos para darles un entierro digno.

Muchos de los cuerpos venían en trozos. Brazos, piernas, cabezas...

Al menos, ya me acostumbré. Me acostumbré a ver el dolor y sufrimiento en la cara de la gente. Los entendía, ya que yo pasé por lo mismo. Yo también vi a mis amigos degollados o descuartizados por un titán. Cierto que no eran mis hijos, tal vez dentro de lo que cabe esa era mi suerte. Ningún padre se merecía enterrar a su hijo.

Seguimos avanzando, y yo continuaba con mi vista al frente, dándome cuenta de que Petra seguía cerca de mí.

-Pero mi capitán...- Me suplicó con la mirada Petra, recibiendo una mirada de advertencia de mi parte.- !Está cojeando! Tiene el pié mal. Debería de montar a un caballo aunque fuese señor. Si sigue andando así solo lo empeorará.- Me dijo mientras se posicionaba delante mía, poniendo sus manos en mi pecho.

Yo paré mi camino, fijando mi vista en sus manos, las cuales seguían apoyadas en mis pectorales, impidiéndome avanzar mi camino.

-Basta, Petra.- Sentencié de forma firme.- Te he dado una orden, ayuda a nuestros compañeros, que ellos lo necesitan mucho más que yo. Yo sé cuidar de mi, estaré bien.- Respondí, sujetando con mis manos sus muñecas y apartándolas de mi, pasando por su lado intentando avanzar, mientras continuaba con mi camino cojeando.