Tu Fin (Erwin X Levi) Yaoi

Parte 9 FINAL

-Te odio, joder.- Confesó Levi, sin mirarle a los ojos, ya que estaba apoyado en su pecho.

-Dime, capitán, si me matases ¿te encargarías tú de salvar a la humanidad?.- Preguntó, mientras respiraba tranquilo, y escuchaba el ligero llanto del pelinegro. Levi sabía a qué se refería. Sus hombres confiaban en ambos absolutamente, y todo el equipo de exploración admiraban y adoraban a Erwin. Sabían que él era un hombre imprescindible para el bien de la humanidad. Era el único que daba las órdenes sin dudar, sin importar el resultado. Fue el único hombre que renunció plenamente a su humanidad, por el bien de la misma.- Desátame, capitán.- Pidió, haciendo que el pelinegro aumentase su llanto.- Tranquilo, todo está bien. Vamos, Levi. Desátame.- Su tono de voz era dulce. Se notaba que intentaba tranquilizar al menos, y acabar lo más antes posible con esta situación.

El menor hizo caso, levantando la mirada y mirándole a los ojos. Se acercó a las cuerdas, desatando una mano, y continuamente la otra. Una vez estaba desatado por completo, Erwin se acarició las muñecas mientras Levi seguía encima de él, observándole. Cuando acabo de masajeárselas por la presión, pasó algo que el menor no esperaba.

El rubio soltó una fuerte bofetada al pelinegro, tirándole incluso de la cama debido a la fuerza que empleo, levantándose Erwin rápidamente, sujetando la nuca de Levi, impidiéndole que levantara la cabeza del suelo, mientras su espalda y su culo estaba levantados, debido a que estaba apoyado en sus piernas, quedando a 4 patas, pero con la cabeza en el suelo.

-Esto por la primera bofetada que me has pegado.- Dijo el rubio, mientras comenzaba a masturbarse, ya que la excitación de ambos disminuyo por los momentos de tensión anteriores. Una vez estaba de nuevo preparado y completamente duro, penetro sin cuidado al pelinegro, el cual soltó un buen grito, debido al dolor.- Esto por la siguiente que me has dado.- Golpeó fuertemente el culo de Levi con la palma de la mano, haciéndoselo enrojecer, mientras comenzaba a follarle rudamente, mientras el menor gritaba y el mayor rugía.- Esto por las demás.- Comentó, mientras golpeaba el culo del menor. Su otra mano seguía sujeta a la nuca del pelinegro, para que no se pudiese mover. Seguidamente, puso la otra con la que azotaba en la cadera del pequeño, haciendo mucho más rápidos sus movimientos. Tocó el pene de Levi, dándose cuenta de que estaba completamente duro. Estaba totalmente excitado.- Valla, valla. Lo estas pasando muy bien por lo que veo.- Cuando el pelinegro fue a hablar, seguramente para decir alguna amenaza o insulto, Erwin le golpeó la cabeza contra el suelo, dejándole confuso.- Esto por la raja de mi cuello.- Acto seguido, el rubio se levanto, poniéndose delante del pelinegro, agarrando su pelo y levantándole, poniéndole de rodillas. Sujeto su polla y la metió en la boca del menor, comenzando a follársela mientras le sujetaba el pelo, y movía las caderas hacia delante y hacia detrás una y otra vez.

Las penetraciones eran profundas, demasiado. No entraba más de la mitad del miembro del rubio en la boca del menor. Escucho como comenzaban a darle arcadas, pero siguió sin importarle. Después de pasar un rato así, Levi no paraba de resistirse, posando sus manos en las caderas del mayor, haciéndole parar. Cuando este lo hizo, comenzó a toser. Se levanto rápidamente, dándose la vuelta para echar a correr y alejarse aun que fuese, pero el rubio le cogió del pelo, tirando hacia atrás poniéndolo de cara a él. Una vez se miraban a los ojos, aun con el pelo sujeto en la mano de Erwin, este beso salvajemente a Levi, haciéndole soltar un gemido. Metió su lengua hasta lo más profundo de su ser, haciendo sentir al menor que le faltaba hasta el oxígeno. Con su otra mano libre, pellizco y retorció el pezón del pelinegro, haciéndole gritar, para luego agacharse y pasar su lengua por ellos, ya sensibles.

Continuamente agarró a Levi, subiéndole a sus caderas, pasando sus manos por debajo de sus piernas, posándolas en su culo y le penetro, mientras este se enganchaba en el cuello del mayor. El sonido de cuando el culo del pelinegro chocaba contra la pelvis del rubio era escandaloso.