Tu Fin (Erwin X Levi) Yaoi

Parte 3

-Quítate la ropa.- Ordenó serio.

-Valla, que rápido. ¿Estás impaciente?.- Rió Levi, provocándole con la mirada.

-¿Cómo está tu pié?.- Preguntó apoyando su mano entre su barbilla y su boca, mientras apoyaba a la vez su codo en el respaldo del sillón. Levi, como respuesta, le regaló un bufido. Típico de él cuando se le daba importancia a algo que no se merecía.- ¿Y el resto de tu cuerpo?.- Preguntó.

Levi no quería perder más el tiempo. Comenzó a desnudarse, dejando su chaqueta encima de la mesa de su capitán, bajo la mirada de águila de este. Luego quitó el pañuelo de su cuello y lo colocó encima de esta con cuidado. Continuó intentando quitarse las correas de su equipo, pero emitió un quejido, proveniente del dolor de su pié, debido a que sin querer aguantó todo su peso en este sin querer.

Acto seguido, Erwin se levantó, acercándose a él. Una vez llegó a su altura, ambos se miraron a los ojos, y el rubio acercó sus manos a las del pelinegro, el cual aún seguía intentando quitarse sus correas, y las apartó de su cuerpo. Fue el rubio el que siguió quitando las correas del menor.

Se agachó arrodillándose ante él mientras quitaba el equipo de maniobras, para continuar quitando las correas de su cintura. Cuando posó sus manos en las caderas del capitán, apoyó su frente en su abdomen, mientras recorría la extensión de sus piernas lentamente, disfrutando de su cuerpo, volviéndolas a subir, hasta llegar a sus caderas nuevamente, rodeando su cintura y apretando su culo, a la vez que comenzaba a repartir besos por su estómago, mientras seguía teniendo la camisa puesta.

Levi le observaba desde arriba sin mencionar palabra alguna. Con una mirada fría. Penetrante. Los brazos yacían muertos a sus costados, pero dejándose hacer. Tenía que dejarse hacer, pensó. Pero no. Realmente quería dejarse hacer.

-Pensaba que ibas a observar mi cuerpo maltratado por la caída.- Comentó de forma sarcástica.

-Tener así al mejor soldado de la humanidad y no hacer nada sería una grandísima falta de respeto, por mi parte, por su puesto. Soy tu comandante.- Reto Erwin a Levi, mientras continuaba con su propósito de sacar las correas de encima de él, para poder desnudarle por completo. Ante la provocación del comandante, el capitán le se agacho un poco, para poder cogerle de la camisa, levantándole junto con él cuando se irguió. El rubio, confundido, enarcó una ceja, siendo empujado al momento por el menor con fuerza, haciéndole caer sobre el sillón de nuevo.

El mayor era fuerte, bastante más fuerte que Levi. Tanto Levi como él sabían que si había caído hacia atrás era porque se había dejado caer. Si se hubiera opuesto a la fuerza no hubiese ocurrido.

Pero le gustaba jugar con él. Cada día era una caja de sorpresas esa persona de estatura baja.

Se relajó en el sillón, tumbándose hacia atrás, colocando las manos en los respaldos del sillón. Tranquilo. Cómodo. Expectante.

-Y yo soy su capitán.- Respondió, acercándose lentamente a él, sin forzar su pie lastimado.

-Exacto, tu lo has dicho. MI, capitán.- Provocó nuevamente el comandante. Una vez estuvo Levi delante del sillón donde él estaba sentado, apoyó con tranquilidad sus manos encima de los brazos de Erwin, que seguían reposando en los laterales del sillón y se inclinó sobre él, quedando a pocos centímetros de distancia.

-Te vas a quemar con el fuego, mi comandante.- Dijo de forma sarcástica mientras levantaba la rodilla del pie malo, posándola en la entrepierna del rubio, y ejerciendo presión, sacando un gemido de sus labios. El comandante levantó uno de sus brazos, lanzándolo rápidamente al cuello de Levi, apretando con fuerza, haciendo que abriese un poco los ojos, pero no demasiado.