-Capitán Levi, ¿Puede venir un momento? Tengo que comentarle algo.- Dijo el rubio con formalidad.
-Claro, ahora mismo.- Respondió bebiéndose el resto del vino al trago y cogiendo otra copa que llevaba una de las camareras. Se notaba a leguas que Levi tenía que descargar presión. Llevaba demasiado tiempo con ella sobre sus hombros... el comandante notó perfectamente la tensión de su capitán, viendo como se acercaba a él, frotándose las sienes, cansando.
-Sígueme.- Pidió, alejándose un poco de donde estaba el resto. Se acercó a una de las mesas y cogió un aperitivo, ofreciéndoselo a Levi.- Come. No has pegado bocado en toda la noche.- Le exigió. Levi miro hacia otro lado y lo acepto, pegándole un bocado. Realmente no le apetecía, pero sabía que comenzarían una discusión y no tenía ganas precisamente.- Si vas a beber es mejor que te alimentes bien antes de ello. Parece que tenías ganas de tomar una copa.- Se dio cuenta, pensó el capitán. Sabía que Erwin estaba siempre atento a todo, básicamente.
-¿Qué quieres?.- Preguntó frio, intentando sentenciar ya esa conversación.
-A ti.- Confesó el rubio, mirándole fijamente, sin dudar.- ¿Qué te ocurre? Llevas unos días raro.- Preguntó preocupado.
-Sabes que soy una persona peculiar, no se a que viene esa preocupación. No me ocurre nada.- Dictó Levi.
-Más bien que particular yo diría excéntrica. Una persona excéntrica.- Levi puso los ojos en blanco y bufo.- Pero estas excesivamente raro. Puedes contar conmigo si necesitas algo.- Al pelinegro se le revolvió el estomago solo de pensar en lo que le estaba diciendo. Se sentía realmente mal. Estaba colapsado y no era ni consciente de la situación.
-Estoy bien.- Dijo con voz cansada. Y mirando hacia el suelo.
-Ven conmigo.- Parecía más una exigencia que una petición, pensó Levi.- Soldados, tengo que aclarar unos asuntos con el capitán. Descansad, volveremos en un rato.- Comentó a sus fieles Erwin, asintiendo ellos con pesar. No les gustaba estar muy lejos de Erwin, era obvio.
Anduvieron hasta salir del bosque y se dirigieron dentro del cuartel donde descansaban.
Ahora o nunca.
Ahora o nunca.
Ahora o nunca.
Ahora era el momento. Era ahora. Ahora. Ya está.
Mientras entraban dentro, Levi tenía una lucha interna que se apoderaba de su persona. Cuando estaban recorriendo los pasillos sabía que se dirigían al cuarto de Erwin. Seguramente querría hablar y jugar un rato. Lo conocía.
-Erwin.- Llamó su atención, haciendo que el rubio le mirase.- Voy un momento a mi cuarto y vuelvo a donde estés tú.- Dijo.
-De acuerdo. Estaré en mi cuarto. No tardes.- Pidió sonriéndole.
El pelinegro se encaminó hacia su cuarto, sintiendo los latidos de su corazón. Pum, pum, pum. Estaba preparado. O quizás no tanto, pero no había otra opción. Ahora estaban solos, completamente.
Cuando entró dentro de este, agarró unas cuerdas que tenía, para divertirse con el comandante. Estaba herido, lo sabía, así que se dejaría por el capitán Levi. Pocas veces era él quien llevaba las riendas, a pesar de tener un carácter agresivo. Todo se debía a la diferencia de fuerza y tamaño. Después de coger las correas, se acercó a su cómoda, sacando su navaja de mariposa, la cual siempre cuidaba con aprecio. Paso el dedo por su longitud, hasta llegar a la punta, comprobando que estaba afilada. Se la guardo detrás en los pantalones, tapándola con la chaqueta y salió de su cuarto.

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Tu Fin (Erwin X Levi) Yaoi
Fiksi PenggemarLevi mantiene una relación bastante estrecha con el comandante Erwin, pero este tiene una misión que debe cumplir sin importar las consecuencias, o eso es lo que piensa. HISTORIA CORTA Los personajes no me pertenecen a mi, sino a Hajime Isayama. Est...