Parte 6

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Levi despertó, desorientado, por los ligeros rallos de sol que se colaban por la ventana, dándose cuenta de que se quedó dormido pasando toda la noche junto al comandante. Se fijó más en el, para ver como estaba, y vio que tenía los ojos medio abiertos.

-¿Erwin?.- Llamó su atención, levantándose de su silla y poniéndose justo al lado de la cama.

-Levi...- Susurró bajo, intentando moverse. El capitán paró sus movimientos, indicándole que no se moviera.

-Debes descansar. Tienes que recuperar mucha sangre que perdiste.- Comentó Levi.

-Tú también tenías que descansar tu pie. Y aquí estas.- Hablo nuevamente el comandante, haciendo poner al capitán los ojos en blanco.

-Yo tuve un pequeño accidente. A ti te han intentado matar.- Explicó, cruzando sus brazos en su pecho y mirado hacia otro lado, como siempre.

-Estoy vivo, no es nada.- Anunció intentando incorporarse un poco, mientras emitía nuevamente quejidos. Levi posó sus manos en el pecho de Erwin, tumbándole nuevamente sobre la cama, haciendo que mantuviera la postura. Con cuidado, ya que la bala alcanzó su abdomen, el cual tenía ahora vendado.

El rubio, tendiéndole la trampa, agarró las muñecas del pelinegro, las cuales reposaban sobre su pecho, y le abrió los brazos, haciendo caer a Levi entre los suyos. Abrazándole.

Y le beso. Fue un casto beso, pero necesario.

-De entre todas las personas que me siguen, no había nadie mejor para despertar y encontrármelo a mi lado.- Admitió Erwin, volviendo a besar de forma más profunda al capitán, sorprendiéndole por su confesión. Y Levi se dejó, se dejó besar una y otra vez, mientras acariciaba el pecho de su comandante. Se estaba excediendo, lo sabía, pero ya aprovecharía hasta que llegase el momento.

Y así se besaron durante unos minutos, hasta que fueron interrumpidos por las pisadas que se escuchaban avanzar en el pasillo, hasta que se abrió la puerta rápidamente.

-¡Comandante!.- Llamó Hanji, emocionada, viendo que ya estaba despierto y lanzándose a él, mostrándole lo preocupada que había estado por él.

Y así estuvieron pasando parte de la mañana, junto a su comandante.

Ya no había más tiempo. Se agotaba. Todo se marchitaría si continuaba así.

Una semana después de aquel incidente, se encontraban todos cambiado sus ropas y de soldados y arreglándose para la ocasión. ¿Qué ocasión? Pues el equipo de exploración organizó una reunión con todos sus soldados en el bosque. Sería una fiesta, pero no festejarían nada. No había nada que festejar. Habían perdido hace poco a muchos de sus hombres... pero los soldados también necesitaban un respiro. Descansar. Era cierto que las salidas del muro no eran excesivas, no se hacían ni diariamente, ni semanalmente, ni mensualmente. Todo era muy preparado. Pero a la vuelta de esas salidas, los soldados tenían suficiente. Y los días que estaban dentro de los muros se los pasaban entrenando. Tenían que ser los mejores.

Con la fiesta todos bebían, reían y hablaban sobre anécdotas con sus compañeros perdidos por el camino y sobre los vivos. Ese seguramente era de los pocos momentos en los que los soldados podían llegar a olvidar que seguramente en la próxima salida perderían sus vidas.

Todo estaba casi organizado. Algunos soldados prepararon lumbres con troncos de madera alrededor, para que se pudiesen sentar los camaradas que quisiera. Otros se encargaron de traer vino, cerveza y licores, para tomar unas copas. Las cocineras prepararon comida para todos. Unos aperitivos y platos para cenar.

Tu Fin (Erwin X Levi) YaoiWhere stories live. Discover now