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29 de Julio del 2011

Mathias

Un día mas de clases había terminado en la UCSN, otro maldito día en ese instituto donde estudiaba el octavo grado, instituto que para mi era el verdadero infierno.

Hace unas horas, al terminar la final del campeonato de fútbol interdisciplinario, Olav, mi mejor amigo, estaba feliz de que nuestro equipo hubiese ganado, y mientras estábamos en vestidores a punto de ingresar a las duchas, inesperadamente, me beso.

Svein, el capitán del equipo, y quien parecía traerla contra mi siempre, observo todo y se quedó allí mirando como aquel beso pasó después a caricias, que hubieran dado paso a mas si no es porque fuimos interrumpidos por los demás chicos que llegaban.

—Chicos, les tengo una noticia —dijo Svein alzando la voz en tono de burla mientras chocaba sus palmas buscando llamar la atención, deteniendo con esto un tanto el alboroto de los demás. Olav y yo quedamos encerrados prácticamente por el medio círculo que habían formado frente a nosotros en la zona de regaderas.

—¿Que es lo que sucede Svein? —pregunta uno de los chicos entre la multitud.

—Olav y Mathías son novios —exclama Svein—. Y los he grabado en una situación muy romántica —las risas y murmuraciones han comenzado a invadir el lugar—. No queremos a un par de maricas en el equipo. —Finalizó Svein azotando la pared mientras daba vuelta a la llave de la regadera provocando que el agua fría comience a caer sobre los cuerpos desnudos de Olav y el mio.

Entre risas y burlas todos comenzaron a salir de allí y continuar en lo suyo, antes de retirarse detras de la multitud, Svein lanza una mirada de burla hacia nosotros.

Tras vestirnos y salir de la escuela, Olav y yo caminamos hacia la estación del autobús. Esperamos a que todos se fueran para evitar ser víctima de burla. Y todo por un beso.

—¿Qué crees que suceda ahora? —pregunto Olav mirándome a los ojos.

Sin saber qué responder, me quedé paralizado al ver a Svein y a los demás chicos del equipo con bats de beisbol a mitad del camino mirando hacia nosotros.

Olav y yo giramos para correr pero otros más salieron a nuestro paso haciendo que quedáramos prácticamente atrapados a mitad de la calle.

—Fuera de la UCSN pueden ir y besar por todo Noruega si gustan, pero dentro, una pareja de maricas no está bien vista. Stian y Lars, sujeten a Olav y bajenle los pantalones —Svein camino hasta mi, sentí como el miedo comenzaba a invadir todo mi cuerpo. La mirada en su rostro reflejaba maldad absoluta y presentía que nada bueno traía dentro de sí—. Si quieres que nada le pase a Olav y si realmente lo amas como parecía en la ducha... tendrás que hacerle sexo oral delante de todos. —hizo una pausa para voltear a la multitud que presenciaba atónita—. O de lo contrario él morirá aquí mismo.

Comencé a llorar, el pánico se había apoderado de mí, no quería que nada malo le pasara a Olav pero tampoco quería hacer lo que Svein pedia. Olav me miro a los ojos. No sabia que hacer ahora. Sin pensarlo me arrodille frente a Olav y acerque mi cabeza frente al pene de Olav, que se exponía frente a todos.

—Que chupes como un demonio —exclama Svein mientras sostiene en su mano un teléfono grabando la escena. Sin mirar a Olav a los ojos hice lo que me pedían, y al terminar me tire al suelo envuelto en lágrimas, mientras todos reían y se alejaban.

—Lo haces bastante bien... ¡marica! —dijo Olav pateando uno de mis costados para después correr y alcanzar a los demás. Pude ver como Svein lo felicitaba. Me sentí un completo desastre, esa tarde había sido humillado de la peor manera, y engañado por la persona que creía mi amigo.

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