Siste kapittel

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Roar

La camioneta ha parado frente a lo que parece ser una gran bodega aquí en el área de Lambertseter. Detengo mi auto a solo una cuadra para evitar ser visto y poder observar cómo actúan los hombres con pasamontañas que hace unos minutos dispararon en contra de los hombres que construían un edificio en Bjørvika.

Veo otra camioneta estacionarse frente a la bodega, esta es de color blanco, de esta baja un hombre con un traje protector de los que suelen utilizarse en pruebas o desastres químicos o biológicos, se acerca a la camioneta de color negro y sube a esta, el hombre lleva en sus manos un portafolio gris.

Mi teléfono suena, en la pantalla aparece el nombre de Liv. Decido responder.

Roar, Roar, soy yo Liv, por favor contesta.

—Te estoy escuchando Liv, dime que es lo que pasa.

—Roar ayudame, unos hombres me están persiguiendo.

—¿En donde estas? ¿Por que te persiguen?

—No puedo responderte ahora Roar, ven pronto, estoy en el túnel del metro de la estación Stortinget.

Cuelgo el telefono, miro hacia el frente y veo la camioneta blanca dirigirse hacia mí, bajo la cabeza lo más rápido que puedo, pasa justo al lado de donde estoy estacionado a toda velocidad, sin embargo alcanzo a ver un logotipo a un costado, "OUS Aker labs"

La camioneta negra continua frente a la bodega, saco mi telefono, tomo unas cuantas fotografías y conduzco hasta la estación Stortinget del metro para ir al rescate de Liv. Espero llegar a tiempo y averiguar de qué va todo lo que me acaba de decir en la llamada.

He llegado hasta donde Liv me dijo, estaciono mi auto cerca de la entrada a la estación y corro hacia el interior. Cada segundo que pasa es uno segundo en contra. Todo parece normal al interior, no miro a Liv por ningún lado, decido llamarla para que pueda darme su ubicación exacta. La llamada no entra, rastreo su teléfono a traves del GPS y camino hasta el lugar que me arroja el móvil. Al fin la encuentro.

—Liv, tranquila, soy yo... —le digo mientras quitó de su mano una roca—. ¿Estas bien?

—Gracias Roar.

—¿Y donde estan esos hombres que te perseguian? ¿Quienes eran? —le pregunto observando alrededor.

—No se quienes eran, solo vi que vestían como musulmanes y hablaban otro idioma —responde todavía alterada. Trato de tranquilizarla mientras caminamos de regreso al andén de espera.

—¿Que fue eso? —pregunto asombrado al escuchar un fuerte estruendo como si de un gran choque o explosión se tratase.

Mathias

Logró llegar hasta el almacén abandonado tras recorrer un túnel alterno a la línea del metro, desde aquí puedo sentirme al menos a salvo. Para ser apenas mediodía me parece demasiado extraño que no se escuche el ruido diario de todos los días del paso del tren. Eso me importa poco y me dispongo a entrar.

—¡No me hagas daño por favor! —exclama un hombre herido sobre el sofá. Esta sangrando demasiado.

—¿Quien eres? ¿Que haces aqui? —pregunto asombrado mientras echo un vistazo para examinar si hay alguien más junto con el.

—Ayuda... —deja salir el hombre herido y lo miro perder el conocimiento.

Las preguntas que le he hecho a ese pobre infeliz tendrán que esperar su respuesta, por lo pronto ahora busco lo necesario para lograr curarlo, el conocimiento ya lo tenia pues en muchas ocasiones logre sanar las heridas de los chicos cuando resultabamos lesionados en algún robo.

El bomberoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora