Fire

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18 de Agosto del 2011

Mathias

«No se si realmente puedo hacerlo» pienso al tener frente a mi la casa en donde vive vive la persona que mucho daño me hizo aquella vez, ese recuerdo aun no puedo borrarlo de mi mente, frente a mi esta la casa donde habita el ser mas despreciable, aquel que me humillo la tarde de hace un mes mientras salía de la escuela.

Mantengo la mirada sobre la casa frente a nosotros, temeroso con mis manos entrelazadas siento un escalofrío recorrer mi cuerpo. Junto a mi permanecen Sigbjørn, Mads, Jan y Trond, los cuatro chicos a los que me uní tras abandonar mi casa en donde vivía junto a Asbjørn, mi hermano.

Mis nuevos amigos me han prometido ayudarme a vengarme de él tan pronto les comente lo que me hizo, así que esta noche incendiaremos su casa con el dentro para que muera de la peor forma posible, quemándose entre las llamas.

Así va a morir hoy Svein Ovesen.

Tengo que hacerlo, si he tomado la decisión de dejar todo atrás debo de demostrar al grupo que el miedo no existe para mí, esa es la forma de agradecer el que hayan aceptado brindarme un espacio en su grupo. Y esa es también la forma de que se que contare con ellos para vengarme de Svein. Del maldito de Olav me encargare después.

Parece que la suerte esta de nuestro lado, pues momentos antes de llegar hasta esta casa ubicada en la avenida Skogvoll en la zona de Bjerke, un apagón de electricidad ha cubierto toda el área.

—Parece que todos nos favorece —exclamo mientras camino al frente, siento perder el miedo que antes me atemorizaba.

Caminamos hasta la casa cruzando la calle, yo iba al medio de Sigbjørn y Trond, mientras que Mads y Jan cubrían nuestras espaldas.

—Jan y yo nos quedaremos de este lado —dice en voz baja Mads.

—De acuerdo, Trond y yo daremos el recorrido cada quien de un lado —menciona Sigbørn para después mirar hacia mi—. Mathias es tu momento, tu entraras.

No esperaba que me pidiera eso, pero bueno, parece que nada malo puede pasar.

Entro al ver que la puerta está efectivamente entreabierta, parece también que no hay nadie. «Maldita sea» y de pronto escucho un extraño ruido. La casa no parecía muy grande por fuera, ahora ya desde dentro puedo comprobarlo, puedo darme cuenta que esta perfectamente decorada y entre tantos artículos es evidente que hay algunos de valor. Eso no me importa pues comienzo a rociar todo de gasolina.

Allí está nuevamente ese ruido, parecen ser voces por lo bajo, no les presto mucha importancia pues un cuadro sobre la pared ha robado mi atención. Este no es muy grande, pero en el aparece Svein junto a otro chico, de su misma edad, besandose.

«Svein es gay» no puedo creer lo que estoy viendo. Nuevamente vuelvo a escuchar el extraño ruido, ahora escucho con más claridad y me doy cuenta que son gemidos. Al asomarme por una habitación con la puerta abierta me sorprendo al ver parado al borde de la cama a un chico desnudo, de espaldas, penetrando a otro que yace sobre la cama. El chico de espaldas es Svein.

Estoy tratando de asimilar lo que estoy viendo y de pronto todo se ilumina. La electricidad está de vuelta. El rostro del chico que está siendo penetrado cambia de reflejar éxtasis a un miedo intenso pues me ha sorprendido allí parado frente a la puerta observando.

Este chico hace una señal a Svein para que voltee y es alli cuando me apresuro a salir corriendo, no sin antes dejar caer un encendedor prendido, acción que provoca que las llamas emergen del suelo y comienzan a devorar todo a su paso.

Llego al otro lado de la calle exhausto, alli me esperan los demas, con asombro observan detras de mi, yo evito voltear pues siento el calor que llega hasta nosotros.

El bomberoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora