Capítulo dieciséis

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Jooheon pov

— Puede — contestó mientras entraba en el cuarto de baño.

Me levanté del sillón y me dirigí hacia el baño cuando oí la puerta cerrarse. Espere fuera de la puerta hasta que escuche el agua caer y entre despacio para que no me oyera.

Pude apreciar como las gotas de agua recorrían su hermoso cuerpo, como delineaban su perfecta silueta.

Embobado lo mire de arriba abajo observando su bella figura con detenimiento apreciando cada detalle de su cuerpo parándome en una zona en especifico. Su más que perfecto y hermoso trasero.

Él aún no se había dado cuenta de mi presencia y, con algo de prisa y cuidado de no hacer ruido, me quite mi ropa tirando la a cualquier parte del suelo.

Entre en la ducha poco a poco y quedé justo detrás de él. Las tentaciones eran demasiadas pero sabía que tenía que controlarme así que solo puse mis manos en su cintura lo que provoco que se sorprendiera.

—¿Qu-que haces aquí? — preguntó nervioso. Adoraba ver su nerviosismo, era simplemente adorable.

— Eres tan hermoso... — susurré en su oído para después empezar a besar y lamer su cuello. Mi auto control iba desapareciendo con cada segundo que pasaba.

— Jo-jooheon pa-para — sentía como su cuerpo se estremecía con cada lamida.

— No puedo — le di la vuelta quedando cara a cara. Lo empujé contra la pared poniendo mis manos al lado de su cabeza — Tu haces que pierda mi juicio.

Y sin esperar más, ataque sus labios. Era un beso apasionado, rápido, un poco desesperado. Él no podía seguir el ritmo al principio pero al final consiguió seguir lo.

El agua caliente caí encima de nosotros, el vapor se hacía presente y nuestros besos subían de tono.

Su lengua y la mía bailaban al unísono creando una deliciosa sensación. Sus manos sujetaban mi nuca y las mías sus caderas. Con cuidado deslice mis manos para llegar a la parte que tanto deseaba. Agarre su trasero con posesión y lo manosee a mi antojo.

Bruscamente rompió el beso, colocó sus manos en mi pecho alejándome de él y agacho su cabeza.

Va-vamos a la cama...

Y en ese instante perdí el poco sentido común que me quedaba y con desesperación junte nuestros labios en un beso lleno de lujuria. Volví agarrar su culo y con sus piernas rodeó mi cintura.

Con algo de torpeza salimos de la ducha sin dejar besarnos. De igual forma recorrimos el pequeño pasillo hasta llegar a nuestra habitación. Cerré la puerta asegurándome de poner el pestillo por precaución.

Tumbé a Changkyun en mi cama, sus brazos aún rodeaban mi cuello y sus manos acariciaban mi pelo. Poco a poco soltó mi cintura del agarre de sus piernas. Exaltado me separé, lo observé detenidamente, su respiración era rápida igual que la mía, su boca estaba entreabierta dejando salir pequeños jadeos que solo hacían que me excitara más y su mirada estaba llena de deseo.

— ¿Es-estas seguro? — solté como pude.

— Idiota — sorprendido le mire y soltó una pequeña risita — No quiero esperar más tiempo, hazlo...

Beso mi cuello y dejo una marca pero no me importaba, volví a separarme y cogí el lubricante y los condones que habían en la mesilla de noche.

Puse lubricante en mis tres dedos y baje la mano hasta su parte baja. Abrió las piernas dando me más acceso a su entrada y lentamente fui metiendo el primer dedo. Soltó un gemido de dolor. Al pasar unos segundos metí el segundo y abrí los dedos como si fueran tijeras. Con cuidado metí el tercero y pude ver como se le escapaba una lágrima, me acerque y bese sus labios para distraerle del dolor.

Fue por accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora