Capítulo tres

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Changkyun pov

— Ya hemos llegado! — grité pero nadie me contestó.

— Deben estar dormidos — dijo Jooheon mientras se quitaba la chaqueta y los zapatos.

— Pero si aún es tempr... — mire la hora y ya eran las 00:00 de la noche, me lo había pasado tan bien que ni me di cuenta de la hora que era.

— A mí también se me ha pasado el día volando ¿nos vamos ya a dormir?

— Vale.

Nos fuimos a la habitación intentando no hacer mucho ruido para no despertar a nadie.
Abrimos la puerta despacio y como imaginamos Minhyuk ya estaba durmiendo en su cama.
Me puse el pijama en el baño y Jooheon en el cuarto, cuando llegue le dije buenas noches y cuando iba a subir las escaleras para tirarme en mi cama, sentí como algo me cogía del brazo.

— ¿Que pasa — pregunté confuso.

— ¿Te gustaría volver a dormir como ayer? — se sentó en la cama e hizo un sitio señalando lo para que me sentara.

— Vale... Si no te molesta.

— Para nada que me molesta al contrario... Es agradable... — vi como agacho ligeramente la cabeza y se sonrojaba un poco.

— Me alegra oír eso...Para mí también es lo mismo, es muy agradable dormir abrazados — me sonroje un poco pero como tenía la cabeza agachada, creo que no se dio cuenta.

— Bueno, ¿vamos a dormir? — se  tumbó en la cama pegándose a la pared haciéndome un sitio para poder tumbarme.

No dije nada más y simplemente me metí en la cama junto a él y me abrazo fuertemente, pero no tanto como para asfixiarme, me acurruque entre sus brazos escondiendo mi cabeza en su pecho. Nos dormimos abrazados a los pocos minutos.

Me desperté, abriendo los ojos poco a poco y vi como Jooheon me miraba fijamente.

— Buenos días — me dijo sonriendo.

— Buenos días, ¿cuanto tiempo llevas despierto? — le pregunté mientras me abrazaba un poco más a el.

— No mucho la verdad.

— Mmm, estoy cansando...Quiero dormir un poco más — cerré los ojos pero aún seguía despierto.

— Duerme más si quieres, hasta la tarde no tenemos que ensayar, así que descansa yo me iré a ducharme — se levantó con cuidado de no aplastarme al pasar por encima de mi.

— Vale...— hice un pequeño puchero.

— ¿Que pasa?

— Nada...

— ¿Seguro?

— Es que...— me escondí debajo de las sábanas — me gusta más dormir si te tengo al lado y me abrazas...

— A mí también — se sentó al lado mío, me destapo y me sonrió tan dulce como siempre.

— ¿Puedes tumbarte conmigo ahora...?

Fue por accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora