XXIV (Sin editar)

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El edificio empieza a desmoronarse, algunos de los caminantes que se encontraban arriba salieron volando por la explosión, una gran capa de tierra cubre todo el ambiente, uno a uno se levantan del suelo, sacudiéndose el polvo de sus ropas.

— ¿Están todos bien? —pregunta Ezequiel.

Una parte del polvo se disipa y ven a Sofía casi al borde del edificio. Francisco y Carlos corren hacia ella y la acercan al grupo, poco a poco va despertando.

—Nos salvaste —le dice Francisco— Te lo agradecemos.

Robert se da cuenta que Camila no está con ellos.

—Ro... Robert —se escucha a unos metros

Robert rápidamente corre hacia el origen del llamado. Es Camila, está en el suelo. Hay sangre en su camiseta.

— ¿Qué pasó? —le dice mientras le sube la camiseta.

La metralla de la granada le alcanzo directamente en el corazón. Las lágrimas de Robert empiezan a caer mientras el grupo se va acercando.

—Hazlo... Sabes que... No sobreviviré... No quiero... Convertirme en esas... Cosas

—Tenemos que matarla —dice Francisco— No querrás que se convierta en uno de ellos.

—Te... Te amo... —dice Camila dificilmente

Robert la abraza mientras sujeta su mano y llora desconsoladamente, Camila deja de respirar y su mano cae. Es una escena realmente triste.

—Debemos hacerlo, se convertirá en cualquier momento —dice Ezequiel.

—Aléjense... Lo haré yo mismo

En ese momento Tobías llega a donde se encuentran todos.

— ¿Qué pasó?

Abigail corre a abrazarlo, Tobías, con dolor, la aleja un poco y le enseña su herida.

— ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?

—Sí, ella me salvó —dice señalando a Sofía

Mientras tanto Robert saca su cuchillo y sin dudarlo lo incrusta en el cráneo de Camila. Se levanta y se dirige hacia Sofía.

—Lárgate —le dice Robert— No te queremos acá.

—Tranquilo Robert, ella solo nos ayudó —le dice Francisco.

—Ella la mató, por su culpa Camila está muerta.

—Oye, tranquilo, no fue su culpa —le dice Carlos

Robert desenfunda su arma y apunta a Sofía.

—Tranquilo, me iré, no dispares

En ese momento Robert siente algo frio en la sien. Este gira un poco y ve que es Tobías.

—Quédate ahí Sofía —dice Tobías —Robert, baja el arma.

—Chicos, por favor, tranquilos —dice Abigail— Somos un equipo, y debemos estar unidos.

—Abigail tiene razón —dice Kim— Además, gracias a ella pudimos escapar.

—Pudimos salvarnos nosotros solos, no era necesaria su ayuda —dice Robert con rabia.

—Ya déjense de tonterías— dice Ezequiel mientras se pone frente a Robert- Debemos irnos de acá, la explosión se debe haber escuchado en toda la ciudad.

Robert baja su arma y se gira hacia Camila a dedicarle unas últimas palabras.

— ¿A dónde iremos ahora? —dice Kim

El fin de los días [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora