El fin de los días [En Edición]

XIII (Sin editar)

Mateo POV

Me levanto del suelo, siento un dolor insoportable en el brazo, veo un hueco, al parecer una bala me ha atravesado, necesito ayuda, pero la base está destruida, y hay muchos caminantes, uno me ha visto, debo escapar, así que empiezo a correr en dirección contraria.

No tengo las suficientes fuerzas para correr, así que caigo al suelo y espero a que el caminante acabara conmigo. Pero en ese momento escuche un disparo, abro los ojos, era Rudy.

Me ayuda a levantarme y me lleva a uno de los cuartos vacíos, en el, para nuestra suerte, hay cosas para curar la herida, así que Rudy empieza a tratar la herida, me duele mucho, lamentablemente no hay anestesia tés, así que lo tiene que hacer así, luego de unos minutos Rudy me mira.

-Tengo...tengo que córtate el brazo-

Estaba destrozado, no me imaginaba perder el brazo, yo estoy acostumbrado a realizar mis cosas con los dos brazos y no sé qué sería si solo tuviera un brazo.

Observo a Rudy preocupado, sentía su preocupación en mí, lo veía en sus ojos.

-Debemos hacerlo ahora, si no la infección se trasmitirá a todo tu cuerpo-

Asiento, pero primero bebo todo los tragos que para mi suerte hay ahí.

Rudy POV

Mateo bebe todos los tragos que hay ahí. Le digo que se siente en la silla, luego le doy un trapo para que se lo ponga en la boca, cojo la sierra y empiezo a cortar.

La sangre inmediatamente empieza a salir, felizmente yo era doctor antes de que esto empezara, pero no hay suministros suficientes.

Llego a la parte más dura, el hueso, Mateo aún con los tragos, siente el dolor, el cual se nota por sus gritos, el trapo no sirvió de nada.

Finalmente terminó de cortar el brazo, lo cubro con una venda y aplicó presión para tratar de que no sangre mucho, luego lo ayudo a levantarse, para luego dejarlo en una cama.

Mateo ha perdido mucha sangre, necesitamos ir a nuestro campamento para tratarlo mejor, pero como hago para llegar hasta allá con él.

En ese momento escucho golpes en la puerta, observo por la ventana, son dos caminantes, luego escuchó disparos y lo golpes paran.

De pronto alguien toca a la puerta

-Ya puedes salir-

-¿Quién eres?-

-Soy David- dijo el chico al otro lado de la puerta -Ya puedes salir, ya despejamos toda esta parte-

Abrí la puerta, y ahí estaba David, sonriendo, es un chico no tan mayor, de tal vez unos 25 años, tenía la piel morena y llevaba una cicatriz en el pómulo izquierdo, atrás de él habían 4 personas más, 2 hombres y 2 mujeres, todos armados.

-¿Que ha pasado aquí?- pregunta David

-Han destruido la base, adentro tengo a un amigo, está herido, necesitamos su ayuda-

-¿A dónde tienen que ir?- pregunta David -Nosotros tenemos un vehículo-

-A Houston, tenemos un campamento ahí, si nos llevan los dejaremos que se queden.-

-¿Que dicen chicos?-

-Por mi está bien- dice una de las chicas

-Por mi igual- dice otro chico