01.- Buscando Carrera

9.8K 715 107
                                    

Harry Potter, mejor conocido como El-Niño-Que-Vivió, luego de la caída de Voldemort, conocido como El-Joven-Que-Venció, estaba harto. Desde que en cuarto, conoció a Alastor Moody (que en realidad era un mortífago haciéndose pasar por él, con poción multijugos), todas sus aspiraciones vocacionales se centraron en convertirse en Auror.

Luego de que su mejor amiga, Hermione, lo convenció (básicamente lo obligó) de cursar su último año, tuvo tiempo de repensar su decisión de carrera. Harry Potter, no quería más guerra. Ser Auror no era precisamente ir a la guerra, pero seguía siendo un trabajo donde tenía que verse obligado a hacer daño.

Barajeó varias posibilidades. ¿Jugador de quidditch? Demasiada fama, ya tenía mucha y quería ser solamente Harry, aun sin la fama de su cicatriz, los jugadores de quidditch tenían a cuestas la fama de ser precisamente eso, así que lo descarto por mucho que amara volar. ¿Medimago? Muchos libros, muchas horas, muchas Pociones, mucho de todo, poco tiempo para uno mismo, descartado. ¿Veterimago? ¿Magizoólogo? Mucho estudio, viajes de campo (eso le agradaba), muchas posibilidades de perder miembros de su cuerpo, descartado. ¿Profesor? ¿De qué? Ya estaba harto de Defensa Contra las Artes Oscuras y tenía el mismo problema que las opciones anteriores, demasiado estudio, libros y más libros. Le gustaba leer, pero no cuando debía ser demasiado y por obligación, así que también descarto profesor.

Luego de varias carreras descartadas, Hermione le sugirió que quizás estaba enfocándose demasiado y debía verlo desde otra perspectiva. Estaba centrándose en sus habilidades notables y quizás debía buscar entre aquellas que aún no desarrollaba a todo su potencial.

Un par de semanas después de que puso pausa en su búsqueda de carrera, ofreció una cena a sus amigos en su casa, antes de Sirius, en Grimmauld Place. Había preparado una sencilla ensalada, pasta boloñesa y tarta de melaza. Invitó a sus mejores amigos, Ron y Hermione que ahora eran novios, y a Ginny con su nuevo novio, Neville. Su relación con la pelirroja se había enfriado y luego de intentarlo un par de meses luego de haber empezado la escuela, lo dejaron, pero siguieron siendo amigos y ahora la pelirroja era una de sus mejores confidentes, sobre todo de ciertas cosas que aún no se sentía preparado para compartir con Ron o Hermione.

Sus amigos llegaron y fue sirviendo cada plato aderezado con un poco de vino y cervezas de mantequilla, las dulces ventajas de la "adultez". Hermione estaba claramente complacida con su porción de tarta de melaza.

—¡Oh dulce Merlín! Harry, si no estuviera con Ron, te pedía matrimonio en este momento, la cena fue deliciosa y esta tarta es gloriosa—Le dijo Hermione.

—En serio compañero, ella tiene razón, estoy tentado a cambiarme de bando gracias a tu comida—Agrego Ron.

—¿Por qué no estudias cocina Harry? Cocinas muy bien—Le dijo Neville.

—No existe esa carrera en el mundo mágico Neville, Harry tendría que fundar su propia escuela—Le dijo con dulzura Ginny.

De pronto Harry tuvo una epifanía, esa era la respuesta, cocina. Había aprendido porque su tía lo obligaba a hacerlo, pero era una habilidad que había adquirido y nunca se había planteado explotarla al máximo. Pero ahora que había agotado todas las posibles carreras mágicas, ¿Por qué no intentarlo con una muggle?

—Sabes Ginny, tienes razón, cocina suena genial. Tendría que fundar una escuela de cocina, pero primero tendría que aprender a cocinar "profesionalmente"—Dijo Harry.

—¿Estás sugiriendo lo que creo Harry? —Le dijo Hermione, ahora visiblemente interesada.

—Creo que sí. Herms. He estado buscando una carrera y ninguna me despierta interés, pero como dijiste el otro día, quizás deba enfocarme en mis otras habilidades, y nunca he explotado la cocina, quizás sea buena idea, puedo estudiar para chef y luego ver una manera de hacerlo con magia, combinar magia y cocina y fundar una escuela, ¡Sería la primera en su género! —Dijo Harry, con emoción en su voz y una chispa en sus ojos difícil de ignorar.

ChocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora