12.- Epílogo

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Harry iba tarde para su cita, Severus le había dicho que tenía una sorpresa para él en cuanto terminara sus clases. La nueva escuela era todo lo que había soñado. Desde que Severus y él habían decidido empezar, ahora sí, una relación, Harry había estado en una nube, algo tormentosa a veces, pero nube al fin.

Severus tenía un "cierto carácter", cosa que Harry habría encontrado problemática, si no fuera porque había aprendido a lidiar con ella durante años. Ahora que llevaban 6 meses juntos, las cosas estaban tomando un cauce tranquilo.

Para empezar, habían llegado al acuerdo de decirse cualquier duda o temor que tuvieran con relación a ellos, lo cual le estaba costando más trabajo a Severus que a Harry, pero se esforzaba y eso era lo que le importaba a Harry. La otra cosa que Harry esperaba de Severus era sinceridad, y así fue como se enteró de que Severus sabía su "secretito de San Mungo".

—¡Voy a matar a Ginny! —Fue lo que dijo Harry cuando oyó, horrorizado, que Ginny Weasley le había contado su "secreto", justo a quien menos quería que se enterara.

—¡Hey! No mates a la señorita Weasley, que aquí la víctima de un adolescente hormonal soy yo—La sonrisa sardónica de Severus adornaba sus labios, haciendo que Harry se ruborizará.

—Y-yo... D-deja que t-te explique, y-yo.... Y-yo solo... —La explicación de Harry fue callada con un beso.

—Tranquilo Harry, debería estar enojado, pero no lo estoy. Ginny me dijo muchas cosas que necesitaba saber, pero la más importante es que tú me amabas desde antes de que estuviéramos juntos. Yo nunca noté que tu sintieras eso por mí, pero siendo sinceros, nadie pensaría que tú estabas prendado de mí. No soy un adonis—.

—Para mí eres hermoso, nunca me fije en tu físico per se. Cuando te odiaba, era por ser tú, y cuando mis sentimientos cambiaron, me enamore de ti, de tu faceta de "príncipe mestizo" y luego de tu faceta de "espía de la luz". Al final, cuando empezamos esa "relación", me enamore de ti, solamente de ti—.

—Y eso es lo que más agradezco en mi vida—Un nuevo beso selló los labios de ambos amantes.

Tan sumido iba Harry en sus recuerdos, que apenas noto que ya había llegado a la estación donde debía bajar en el metro de parís, Anvers, de ahí, solo debía tomar el funicular y llegaría pronto al estudio que habían rentado, eligieron Montmartre porque había varios estudios y departamentos ocultos para los muggles, muchos magos se establecían en parís para "escapar" del bullicio de sus ciudades natales, casi siempre cosmopolitas y ruidosas. Y aunque París también era cosmopolita y ruidosa, tenía un aire de tranquilidad bohemia que les gustaba, incluyendo a Harry y Severus.

Harry subió al funicular, bastante dispuesto a descansar, no tenía la energía de subir tantas escaleras, y dado que eligieron el estudio por las vistas, habían rentado muy cerca de la basílica del sagrado corazón.

Mientras el artilugio subía, Harry se preguntaba qué tendría Severus preparado como sorpresa. Desde que habían logrado tener algunos días libres, Severus había secuestrado a Harry hacia cada lugar interesante de parís por conocer, así que ya habían visitado el Louvre, Notre Dame, el arco del triunfo, el jardín de las tullerías, las catacumbas, el Petit Paláis. También habían visitado otros barrios, como la Isle de la Cité y Belleville.

Pero Severus no se había limitado a la ciudad, no señor. Ya había arrastrado a Harry hasta Mont Saint-Michel, a Lyon, a Niza, Mont-Blanc (donde se toparon con unos pocionistas que habían reconocido a Severus), Aviñón, Borgoña, Saint Tropez, Toulouse (donde Harry descubrió que era divertido jugar futbol), Aix-en-Provence, Ajaccio, Reims, y Èze.

Cuando fueron a Èze, fueron un ratito a Mónaco a jugar en los casinos, Severus ganó el triple y Harry perdió lo que apostó, razón por la cual, Severus esa noche durmió en el sofá luego de burlarse de Harry un rato, iba a dormir solo. Lo cual sólo duró una hora antes de que Harry lo atacara a besos y terminaran haciendo el amor ahí mismo en el sofá, dejándolo inservible al romper el respaldo.

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