Capítulo 30

355 15 0
                                    

No podía dejar de pensar en él. Era estúpido, pero No podía sacárselo de la cabeza. 

_____ Dejo de mirar hacía la ventana del bus, que ya se había puesto en movimiento camino a casa hacía varias horas y dirigió la mirada hacía su amiga Anne que estaba Junto a ella. Se reprochó a sí misma entonces como por cuarta vez, y no quería aceptar el hecho de que se sentía tan desesperada porque Luego de la discusión que había tenido con Justin, él no la había buscado como normalmente lo hacía, así fuera para molestarla, Ahora Incluso, aunque estuviera sentada Junto a su mejor amiga, no se sentía del todo bien y hubiese preferido mil veces otra compañía. Como la de él, por ejemplo… esto era más estúpido aun. No se reconocía con esos actos. Debía de estar perdiendo el Juicio…

Y Debía ser franca también, porque mentirse a sí misma la estaba volviendo loca. Y si, Lo extrañaba. Lo extrañaba a tal manera que no obtenía tranquilidad estando al lado su amiga y tampoco tenía ni un momento respiro por parte de su memoria quien parecía querer agobiarla ya que no hacía más que llevarle su imagen a cada segundo. Su imagen besándola, Si, Extrañaba a Justin, Lo había admitido. Y ¿Qué? Aunque no hubiesen pasado aun 24 horas desde su último encuentro le hacía falta ¿Había algún problema? Lo extrañaba. punto. 

Pero sabía que nada estaba bien, sabía que probablemente nada no lo estaría.

Y así como en su mente se hacía lugar Justin, también se hacían lugar Las palabras que le había dicho para ofenderlo. Estas Merodeaban en su cabeza como mosquitos molestos para mortificarla confundirla, al igual que lo hacía el rostro triste y vacío que Justin le había mostrado en ese momento ¿Algo había ocurrido con él? ¿Por qué sintió ese extraño retorcijón en su estomago cuando después de irse Justin simplemente no la siguió? Vale, Ella quería que él la dejara en paz y lo había conseguido pero entonces ¿Por qué sentirse así? ¿Qué estaba mal ahora? 

Los recuerdos. Había duda de que eran los recuerdos los que la afligían. No podía olvidarse de cómo esa mañana, cuando ya todos estaban listos para montarse en el bus que le había correspondido a cada quien, él la había ignorado fríamente, Sin hablarle, sin mirarla y haciéndola sentir como un pequeño insecto que no existía en su mundo, tampoco iba a olvidar que había preferido cambiar de Bus con ese chico de cabello castaño llamado Andrew, para mantenerla lejos y no irse en el mismo bus con ella y por el contrario, tomar lugar en el otro, en el que casualmente estaba Laine. Eso también le había dolido. Le había dolido como jamás pensó. Justin esa mañana se mostro muy diferente con Laine. Le sonreía más de la cuenta e incluso no la dejó sola ni un solo momento. Odiaba verlo con ella. Odiaba que se comportara así. Odiaba a esa profesora regalada.

¿Por qué carajos tenía que pensar todas esas tonterías? ¿Porque le costaba tanto trabajo reconocerse a sí misma lo que estaba sintiendo? La respuesta se la dio al instante, Para una chica fuerte como ella, aceptar que se estaba enamorando, no era fácil y se lo hacía más difícil el saber que era Justin por quien empezaba a tener este tipo de sentimientos… todo un enredo en el que ella misma había caído.

Quizás había sido un poco dura con él y no debió hablarse así ¿no? o quizás… “Quizás” una palabra que indicaba “probabilidad” ¿Estaba segura de que utilizarla en este caso era lo correcto? Ella sabía que no debió haberle de esa manera en frente de tantas personas y también sabía que tal vez este era el motivo por el cual él había cambiado tanto en tan solo una noche. Parece increíble, pero si cambió mucho.

Aunque ella había visto eso como otra de sus “Bromas” en las que uno tenía que ganar y otro que perder para sentirse bien, era obvio que para Justin todo había sido distinto. Reclino su cabeza en la ventana del bus otra vez y miró al exterior. El sol empezaba a ponerse por el horizonte y soltó un suspiro. No podía creer estar regresando. No podía creer que se sintiera tan vacía. 

¿Quién entiende a los hombres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora