El Profesor Louis recorría con la mirada todas las carpas que los estudiantes estaban montando en el campamento. Posó sus ojos en el lago por unos segundos, mientras que lo veía tan pacifico y tranquilo… hasta que el chico de Ultimo Semestre, Damián Villor se aventó como pato al agua.
- ¡Villor! ¡Salga del Agua ahora mismo!
Las indicaciones habían sido claras y concisas: tenían que terminar su carpa entre las cuatro personas que dormirían en ella durante aquellas tres noches. Una vez terminada, podían ir al lago al darse un chapuzón y relajarse un poco. Luego seguiría la fogata, y después a dormir, solo para prepararse al día siguiente donde irían a una excursión por el bosque y la boca de la montaña.
___ Salió de su carpa color arena, y miró a Anna con una sonrisa.
- Lo hemos hecho bien, creo. – sonrió y se puso junto a su mejor amiga para admirar un poco de su buen trabajo.
Las otras dos chicas que estarían con ellas en la carpa (la de pelo negro y mucho delineador, Wendy, y la de un chongo a lo alto de su cabeza, Debbie) se detuvieron junto a ellas, y también le sonrieron.
- Creo que hemos sido uno de los primeros equipos en terminar. – Comentó la de ojos grandes, Debbie. – Ni un solo equipo de chicos ha podido con el paquete.
___ Buscó con la mirada, hasta encontrarlo. Justin se encontraba jalando del nylon de su tienda de campaña, mientras que intentaba hacer equipo con otros chicos totalmente indiferentes a él, y al mismo tiempo el lo era con ellos. ___ sonrió al verlo tan… torpe. Por primera vez lo veía estúpido, sin saber a dónde mover sus manos y sin saber qué hacer, contrario a lo que Justin siempre era: perfecto. Perfecto en el sentido de decir que tenía todo bastante claro, y pocas veces lo veías titubear. En ese sentido.
Justin se encontraba enojado y ofuscado; sus tres compañeros de Tienda parecían ser unos completos idiotas, y el jamás había sido bueno en eso de socializar y ser amable. No, tan solo con su amigo, Kyle, el que digamos, era alguna clase de “mejor amigo”… claro, Kyle y Justin siempre estaban en los clubes juntos, y bromeaban en la Academia… como sea, si Kyle lo veía en aquel estado soltaría una inminente carcajada, claro, no ves a Justin Bieber todos los días luchando contra una estaca que no se quiere clavar en el suelo. No, definitivamente eso era nuevo.
El barullo de unas chicas gritonas capturó la atención de todos los chicos. Más de la mitad de las chicas se estaban aventando al Lago; sus carpas ya estaban montadas en su lugar, y ahora disfrutaban de las relajantes aguas tibias de aquel hermoso lago que había sido la promesa desde salir de la ciudad. Justin maldijo bajo, y entonces vio a ___, con su mejor amiga Anna mientras miraban al resto de las suyas disfrutar del día.
- ¡Vamos Chicos! – gritó con una risa el profesor. - ¡Las chicas ya les ganaron en algo que supuestamente ustedes deberían de hacer mejor! – y tal parece, había funcionado.
A los chicos se les llega por el ego, al menos a los chicos de Dreams, Si. Todos tenían un talento, y – admitámoslo – la mayoría eran atractivos músicos que estaban buscando mejores oportunidades. En la mayoría que se encontraban allí, el ego era una cuestión importante, al igual que su Orgullo… un músico necesita Ego para poder transmitir su propia seguridad al público, y olvidarse de los nervios, ¿No? Los chicos se vieron un poco ofuscados por el hecho de que las señoritas se les hubieran adelantado a tales zancadas, por lo que un tanto más violentos comenzaron a trabajar más de prisa, al ver las ondas del agua que los llamaba para un chapuzón. Justin levantó la mirada sobre su hombro, y observó a ___ reír… por mucho que le gustara verla enojada, verla reír y sonreír era quizás mil veces mejor. Tal vez, la tendría que hacer sonreír más a menudo… y no, no sería por ella, seria por él, por lo que esa sonrisa causa en el. Esa sensación, a Justin le gustaba.