Cualquiera puede asegurar que los gemelos comparten lazos más fuertes, yo tengo seis hermanos, y una gemela, en total somos ocho hijos de diferentes mujeres, mi papá se divirtió en la vida o mejorr dicho se divorció tantas veces pudo hasta quedarse definitivamente con su esposa número cinco, mi madre y la de Ada. Papá tuvo seis hijos varones, por lo que hay una pareja de gemelos antes que nosotras, ellos son bastante unidos, sobre todo para hacer maldades. Recuerdo que mis hermanos se turnaban para fugarse de casa. Ada y yo nunca logramos establecer ese lazo, para empezar; no nos parecemos tanto físicamente, yo soy más gruesa y curvilínea que ella; Ada por el contrario, es más flaca y de proporciones más pequeñas, aunque más alta. Lo único que compartíamos hasta el momento, es el deseo por un hombre; Daniell, el prometido de Ada y el mejor amigo de mi novio.
Estábamos celebrando la cena de ensayo de mi hermanita. Mi padre les miraba y luego con el corazón lleno de orgullo, una de sus princesas se casaba, no amaba a Daniell, pero el amor que sentía por Adam le hacía ocultar la carencia hacia su novio.
Las personas nos saludaban a todos y ella parecía ser la persona más querida del universo, habían programado su cena de ensayo en mi local, el más elegante de los tres y mi padre había pagado la remodelación para que su niñita tuviera su cuento de Disney, pero insistió en que era un "ganar, ganar"; mi". Mi hermana tenía lo suyo y yo lo mío.
—¡Felicidades, Ada! —dijo un hombre y negué con la cabeza.
—Soy su gemela, Serena.
El hombre se disculpó y se retiró de mi lado, en dirección hacia mi hermana y su prometido, les vi saludarlo con cariño y conversar durante unos minutos. Unos minutos más tarde. Por otro lado, mi mejor amiga se acercó y me acomodó el cierre del vestido.
—¿Lo impedirás? —preguntó.
—Mi papá me compró un local, remodeló el otro para que su hija tuviese una boda de ensueño y yo dinero —dije. — ¿Crees que estoy estúpida?
—No, pero, Serena...
—Laini, estoy con alguien, mi relación funciona... así que ellos pueden hacer lo que sea —Dije y caminé hacia la puerta para saludar a mi novio y su familia.
Facundo y yo llevamos diez años juntos.
He visto nacer a casi todos sus hermanos, los tres son extra cariñosos conmigo, me ven como a una más de su clan y yo no sabría qué es la vida sin tanto sarcasmo y diversión, además de las gemelas que son un completo carnaval.
—¡Serena, te ves como una Barbie! —Gritaron las niñas mientras aplaudían.
Todos reímos ante la ocurrencia del par, llevaba un vestido negro pegado con transparencias en el después de la mitad de la pierna, unos aretes color plata y maquillaje oscuro.
—Gracias Rory y Rayna, son demasiado amables —Les di un beso y las abracé. —¿Quién las vistió como princesas?
—Mamá, pero Fack nos regaló el vestido —golpeó el hombro de su hermana y dijo: — mira, mira ahí está Kyle —Las dos salieron corriendo hacia mi hermano para darle abrazos y besos eran las enamoradas más fieles que mi hermano jamás pudo pedir.
Me senté un rato al lado de mi suegra, mientas conversábamos, sobre la decoración y lo bien que se veía mi hermana en un suave vestido color rosado con plateado y Daniel lo inquieto, parecía que iba a estallar y por si fuera poco su novia no le dejaba tomarse un trago.
Agradecí al señor Laggun por prestarnos uno de los salones de evento del hotel tan a destiempo y sobre todo por haberle dado a elegir a mi hermana el que quisiera, tanto ella como su esposo reconocieron estar motivados ante la idea, y comentaron que tenían la hipótesis que de que la boda e mi hermana haría que mágicamente facundo y yo decidiéramos casarnos. como si el matrimonio fuese la gripe y la boda un estornudo sobre nosotros.
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Las espinas de mi hermana
ChickLitAdamira y Serena lo han compartido todo; útero, habitación, ADN, hermanos, amigos, autos apartamentos e incluso cursos universitarios. La necesidad de competir y el compartir era algo cotidiano para ellos, hasta que el amor tocó sus puertas y conoc...